En un mundo lleno de golpes y castigos, existe una parte sanadora. Ni el Dr. Wagner o el Médico Asesino tienen el título que presume el doctor Sinuhé Rodríguez: ser el luchador que vela por la salud de las estrellas del ring, en el Consejo Mundial de Lucha Libre.
En una disciplina de tanto arraigo en México, no existía un área desarrollada en la parte de medicina deportiva, hasta que en 2021, a petición de Gala Lutteroth, se formó el servicio médico oficial del CMLL, como una prestación para sus gladiadores.
El doctor Sinuhé Rodríguez encabeza los esfuerzos para esa titánica tarea: “Antes sólo había médicos generales o paramédicos. Fue complicado ganarse la confianza de los luchadores, porque son personas acostumbradas al dolor, a trabajar lastimados”, dijo a El Heraldo de México.
“Nos encontramos con rupturas musculares terribles, lumbalgias crónicas, conmociones cerebrales, fracturas que soldaron mal, porque preferían al huesero, al sobador. La parte psicológica fue la más importante, para cambiar prácticas de hace 40 años”, agregó.
El área, que también integra el Dr. Roberto Rodríguez y la Dra. Erika Carmona, se ha encargado de desarrollar la cultura de la prevención, educación y derrumbe de tabús, en un deporte donde los atletas son casos especiales, por sus movimientos, constitución corporal y hábitos.
“La vida del luchador es difícil. Hay historias de vida que son terribles e interesantes a la vez, y por las cuales se hacen tan duros y resistentes. Me han dicho: ‘yo luché fracturado de la tibia’. No les gusta dejar de trabajar porque si no, no generan ingresos. Tratamos de entender eso, pero sin ponerlos en riesgo”, reveló el doctor, quien se declaró del bando rudo.
Al menos uno de los médicos está en cada una de las funciones del CMLL para atender emergencias y situaciones, aunque los gladiadores digan que no tienen nada. Uno de los casos más graves fue el de El Valiente, quien se atoró entre las cuerdas cuando se disponía a volar.
“Se rompió meñisco medial, lateral, ligamento colateral, cruzado, anterior y posterior. Todas las estructuras de la rodilla. Es difícil que el paciente regrese, sin embargo volvió al 100 por ciento y está luchando ahorita, al nivel que tenía, y sin ser una actividad cualquiera. De esa lesión se sale en 20 meses; nosotros lo tuvimos listo en un año”, explicó el Dr. Rodríguez.
Desde la llegada de los especialistas en medicina del deporte al Consejo Mundial de Lucha Libre, bajaron los índices de lesiones y cirugías, al apostarle a la prevención y al estudio de la fisonomía del peleador, atípica entre los deportistas: “Hay un caso que pesa 168 kilos, pero con una agilidad de una persona de 70 kg, y con unos buenos índices de salud que no concuerdan con su obesidad”, reveló, mientras cuenta una situación que lo puso contra las cuerdas.
“Tenemos que respetar el personaje. Yo quisiera tenerlos con porcentajes de grasa bajos y musculares altos, con elasticidad y fuerza ideal, con capacidad cardiopulmonar buena, pero si hago eso pierden la fisonomía que los identifica. Ese choque para mí es fuerte porque sí quiero ayudarlos, pero no debo atentar con su personalidad en el ring. Ha costado, pero hemos encontrado el equilibrio”, detalló con resignación.
Aunque el luchador es profesional, en ocasiones requiere de otros trabajos para mantenerse, lo que complica llevar un régimen de alimentación, entrenamiento o reposo. La empresa puso a disposición la prestación médica, que cubre económicamente por completo, para tener en buenas condiciones a su materia prima, pasos que otras empresas y deportistas independientes comienzan a adoptar.
Actualmente, esta área desarrolla un protocolo de acción en emergencias, como en el tema de conmociones, tal y como lo tienen la NFL o la WWE. Además, hay elementos para realizar investigación, pues las pruebas antropométricas del luchador mexicano (talla, peso y perímetros corporales) arrojaron datos de estudio.
El CMLL, que cumple nueve décadas de existencia, determinó un programa, en conjunto con los doctores, que se llama 90/100, y consiste en la atención pronta de problemas de salud y acciones preventivas, para que los luchadores lleguen en buenas condiciones al centenario de la empresa líder en el pancracio mexicano.
“Vimos al Señor Rigo Mendoza que llegó en silla de ruedas, a Sangre Chicana muy disminuido. La idea es darle a los luchadores una calidad de vida después de su retiro. Tenemos que hacerles entender que el hecho de que se atiendan no los hace débiles. El ideal es llegar al aniversario 100 en excelentes condiciones”, proyectó.
El doctor Sinuhé Rodríguez y su equipo de trabajo, no sólo cuida la salud de los gladiadores, sino que ayuda a preservar a los protagonistas de un patrimonio intangible de la Ciudad de México y el país entero: la lucha libre.
“Siento una responsabilidad inmensa. Es un gusto porque hago un trabajo y me divierto, y un orgullo al ser parte para que este deporte-espectáculo tan lindo y arraigado en la cultura mexicana continúe, y nos pueda seguir entregando cosas cada vez más increíbles. Pase lo que pase, siempre vamos a estar ahí”, finalizó.
A DETALLE
- Junio de 2021 inició la atención especializada en el CMLL
- 56 lesiones detectadas, las más comunes en el luchador
- 15% de ellas necesitan cirugía
- 24 pacientes de gravedad quirúrgica desde 2021
- 7 luchadores con lesiones de gravedad hospitalaria desde 2021
- Lesión cervical, la más grave que han atendido
En dos años se redujeron:
- 80% esguinces de tobillo
- 70% esguinces de rodilla
- 70% lesiones de codos y articulaciones
- 30% lesiones musculares
Principales pruebas a los luchadores
- Pruebas de esfuerzo
- Electrocardiogramas
- Pruebas funcionales específicas
- Pruebas de laboratorio
El doctor Sinuhé Rodríguez forma parte de la plataforma Doctoralia. Cualquier persona puede acceder a sus servicios por esta vía.
Por Francisco Domínguez
Fotos: Francisco Domínguez
MAAZ