ATLAS

Las Margaritas, la fiel pasión rojinegra que alegra los partidos en el Estadio Jalisco

Este grupo de animadoras tiene una extensa tradición para alentar a los Zorros en La Perla Tapatía

DEPORTES

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PASIÓN. La señora Yolanda instruye a Las MargaritasCréditos: Cortesía

Guadalajara.- Las Margaritas del Atlas es el primer grupo de animación en el futbol mexicano, aunque tuvieron preparación con tablas gimnásticas en 1984, su debut fue en enero de 1985 durante el partido Atlas contra Pumas.

Yolanda Rosales Barba cuando era niña, en el pueblo de Vista Hermosa (conocido también como Santa Cruz del Cortijo), Jalisco, escuchaba por la radio junto con su abuelita la narración de los partidos del balompié, su corazón comenzó a teñirse de rojinegro.

Vivía en la colonia Atlas, donde estaba el antiguo club de Paradero. Al transcurrir de los años, ella se convirtió en directora de un grupo de baile folclórico y maestra de gimnasia, fue entonces cuando tomó la idea de copiar para el equipo de sus amores, la animación que veía en los encuentros de futbol americano con las Vaqueritas de Dallas, Texas. El primer grupo de margaritas eran apasionadas rojinegras que vivían en la colonia e iban al Estadio Jalisco.

Yolanda y Francisco Bravo se enamoraron en su juventud y las citas románticas incluían ir al Estadio Jalisco a los cotejos del Atlas. De hecho, ella asegura que se casó con él por su pasión rojinegra: “Sino no me hubiera casado con él. Esa era una condición, que fuera rojinegro para darle el sí acepto”.

Hoy, ella tiene 75 años de edad, y él cuenta con 80. Al venderse el club Atlas, Francisco se convirtió en uno de los socios fundadores del equipo y llegó a ser directivo. En la casa de la familia Bravo todo en la pared es Atlas: fotografías, trofeos, recuerdos. Las mujeres de una u otra forma participan en las margaritas. Uno de los hijos también estuvo jugando en fuerzas básicas. 

Yolis Bravo en entrevista con El Heraldo de México recuerda cuando desde muy pequeñita (no tenía ni 3 años) sus padres la llevaban con moños rojos y pompones para apoyar al Atlas en el estadio y también nos confía uno de los momentos más impactantes que ha vivido su familia.

“Recuerdo estar paradita con mis pompones hechos de papel y gritando en el estadio: Atlas, Atlas. Me acuerdo especialmente una anécdota, una vez toda la familia, mi mamá, mis hermanas lloraban al salir del estadio, veía mucha tristeza en la gente, yo no entendía por qué. Sabía que había perdido el Atlas, pero en mi interior decía: ‘a la otra ganamos’. Sin embargo, ya dentro del coche todos estaban en llanto. Vi a mi papá llorando agarrado del volante. ¡Me impactó, yo nunca había visto llorar a mi padre! Fue hasta después que comprendí, el equipo había perdido contra Curtidores y cayó en la segunda división. Así, a ese nivel es la pasión por el Atlas en nuestra familia”, comenta Yolis.

Así, en la adversidad, “la fiel” (como se le conoce a la afición atlista) sin importar el lugar que su equipo ocupe en la tabla de la Liga Mx, aprendió el amor incondicional. Se dice que el mote de Las Margaritas surgió de la rivalidad que tiene el equipo tapatío con las Chivas del Guadalajara, estos últimos tachaban a los rojinegros de poca hombría y comenzaron a llamarles “margaritos”. Sin embargo, en realidad el antiguo club Atlas estaba cerca de un paradero de autobuses donde nacían de forma natural las flores margaritas, por lo que se adoptó el nombre “las margaritas”.

“Algo que tenemos los aficionados del Atlas es esta forma de enamorarnos y re-enamorarnos. No somos sufridos, el amor es sufrimiento también, nos podemos sentir mal si tienen mala racha, pero seguramente al siguiente partido ahí estamos, nos vamos a enojar, y ahí estamos. ¡Es como el amor, nunca se acaba! Es incondicional, en las buenas, en las malas y en las peores. Hoy vivimos una época muy padre, disfrutamos un campeonato el 12 de diciembre pasado y este año también lo esperamos, aunque somos muy cabalísticas, no decimos más para que no se nos chamusque. Somos muy de pasito, pacientes, esperamos esa oportunidad de lograr el campeonato”.

Margaritas, ejemplo de pasión y disciplina

Yolanda y sus hijas Yolis y Blanquita han llevado por más de 30 años la tradición de las porristas rojinegras, inicialmente bordaban sus uniformes con lentejuelas rojo, negro y plateado. Hoy su labor es impulsar al equipo y completar un cuadro divertido en el estadio sin importar el marcador, que la gente disfrute un espectáculo completo por el boleto que pagan.

“A diferencia de otros grupos de animación, a nosotros no nos pagan nada, es pura pasión rojinegra, es entrega y es totalmente gratis. Nosotros no estamos en las gradas. Los uniformes son muy pegaditos al cuerpo, aunque no se ve mucha piel, mi madre las cuida como si fueran sus hijas. No subimos a tribuna por el riesgo que pudieran correr ellas, hay alcohol en el estadio, las niñas están a nuestro resguardo y las protegemos de cualquier incidente. Mi madre cuida todos los detalles, también lava y plancha los uniformes para que estén listos en cada partido”.

Las 12 Margaritas se han vuelto profesionales como equipo de animación. Llevan sobre sus hombros la responsabilidad de alegrar el ambiente en el coloso, son talentosas en el baile y la animación, pero también deben ser ejemplo de disciplina.

“El éxito es la disciplina y el amor al equipo. Se tiene un reglamento muy estricto, las chicas no fuman cuando traen el uniforme, deben tener buen vocabulario, no van por la fama efímera, ellas en verdad aman al equipo. Se les enseña disciplina a ellas, que transmitan alegría, pero que también las traten con respeto. Las margaritas tienen disciplina, amor por el equipo y son muy profesionales, por ello las niñas tienen el sueño de ser margaritas del Atlas”.

CAR