En pocos días, Jonathan Soto Moreno culminará un gran ciclo de entrenamientos y sacrificios para estar en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, donde buscará alzarse en lo más alto para poner a México entre los mejores del mundo en esquí cross country.
A diferencia de otros atletas, el mexicano ha sido él mismo su más grande patrocinador para llegar a la justa invernal durante los últimos cuatro años. Además de sus entrenamientos, ha tenido que seguir sus responsabilidades como coordinador de proyectos en una empresa que hace maquinaria industrial para el negocio cárnico en Canadá, Estados Unidos y México.
Para su fortuna, sus jefes han sido muy flexibles, quienes también lo han ayudado a costear la temporada. Asimismo, ha mantenido sus horarios justos en el trabajo, ha estado haciendo sus actividades a distancia durante los viajes de competencia.
Pero este sacrificio ha dado frutos. Su preparación lo llevó a ser el primero de los cuatro mexicanos en calificar a los juegos de Beijing y, por segundo año consecutivo, México tendrá un representante en esta disciplina.
En la edición anterior de los Juegos, en Pyeongchang 2018, participó el queretano Germán Madrazo y, para no dejar de lado esta oportunidad, fue él mismo quien acompañó a Soto Moreno en el camino. Hasta creó una campaña en GoFoundMe para recaudar 10 mil dólares en favor de la preparación de su compatriota.
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