Los guantes son, por excelencia, el símbolo universal del boxeo. Se fabrican en distintas partes del mundo, con formas y colores variados, pero cuando éstos son de origen mexicano, tienen un valor especial.
Catalino Aparicio lleva más de tres décadas confeccionando este artículo. Es dueño de la marca mexicana Boxeo, y en su pequeño taller, ubicado en la alcaldía Iztapalapa, también produce sacos, caretas, conchas, manoplas y gobernadoras.
“Sin el guante no hay boxeador”, señala de forma contundente. “Es tu protección para las manos. Debe tener un buen acolchonamiento, sentirse cómodo y, la hora de calzártelo, que no te baile”, explica.
En la Grecia Antigua, los peleadores se enrollaban trozos de cuero en la mano para proteger los nudillos. Actualmente, se considera al inglés Jack Broughton (1704-1789) como el creador de los primeros guantes.
Esta protección ha evolucionado, pues anteriormente tenía suelta la zona del pulgar, lo cual propiciaba que entre rivales se picaran los ojos.
Cata mencionó que hoy, principalmente, sus clientes le piden colores metálicos y combinaciones con detalles vivos. En promedio, se tarda menos de tres horas en fabricar un par de piezas. Los pesos van desde las cuatro hasta las 18 onzas, y vende entre ocho y 10 juegos a la semana.
Desde que creó la empresa, en 1992, ha mandado piezas a España, Japón y Estados Unidos. En nuestro país envía a demarcaciones como Tijuana, Sonora, Querétaro, e indicó que en Durango y Torreón hay una buena demanda.
“Cada uno tiene su estilo de trabajo, pero, principalmente, el guante mexicano está bien posicionado en el mundo, ves un producto del país y hay buenas referencias. A la gente le gusta mucho su estilo”, asegura.
Asimismo, la marca Boxeo ha tenido demostraciones con Jorge El Travieso Arce y, desde que tenía 17 años a la fecha, Érik El Terrible Morales adquiere sus productos para entrenamiento.
“Es gente que se acuerda de ti y que, a pesar de que están retirados y pasen los años, te piden que les mandes un par de guantes. Nosotros se los hacemos con mucho cariño”, menciona Catalino, de 52 años.
Recuerda que, cuando inició en este negocio, era difícil vender sus artículos. “En ese tiempo, la televisión quitó el patrocinio del box. Ibas a un gimnasio y estaba muerto, había más entrenadores que boxeadores, cuando en esa época había muchos campeones mexicanos”, indica.
Actualmente, para Catalino y las empresas que se dedican a esto, las cosas son distintas, pues gradualmente se abren más escuelas que enseñan esta disciplina. “Ya se practica en los parques o en las alcaldías, para nosotros eso es muy bueno, pues cada muchacho requiere su par de guantes, y más ahora con la pandemia”, menciona.
PROCESO DE FABRICACIÓN DEL GUANTE
1. Se selecciona la piel, ya sea de res o cabra, para evitar que tenga imperfecciones (cicatrices).
2. La piel se coloca en moldes para marcar y cortar zona inferior, superior y pulgar.
3. Se fija el forro con pegamento y se pasan las partes a máquinas de coser para unir.
4. Pasa a colocarse el relleno de hule látex (nudillos y dedos); lo más difícil es cerrar el guante.
5. La parte final es colocar las agujetas, quemar hilos sobrantes y limpiar exceso de pegamento.
MBL
