No habían pasado ni tres meses del Tucazo, de ese cañonazo que le dolió al América, superó al portero Adrián Chávez y le dio su tercer campeonato de Liga a los Pumas, cuando Ricardo Ferretti regresaba a las canchas, pero ahora bajo el papel de entrenador.
Ya era un futbolista emblemático para la afición auriazul por las dos Ligas, el par de Concachampions, la Copa México y la Interamericana que había conseguido con el club. Por ello, verlo caminar en la zona técnica era casi una fantasía.
Ese 15 de septiembre, pero de 1991, El Tuca debutó como estratega en Liga MX. Se presentó ante su público en el Estadio Olímpico Universitario, y su primera alineación logró una victoria de 3-1 ante las extintas Cobras de Juárez.
Son ya tres décadas dirigiendo de manera ininterrumpida, pasando por los banquillos de seis clubes del país y la Selección Nacional. Claudio Suárez, ex defensa mexicano, lo tuvo de compañero de vestidor y DT. Conoce las dos facetas de Ferretti: desde sus cañonazos, hasta su rigurosidad como estratega.
“Tuca tiene mucha experiencia. Su éxito se debe a la continuidad de su trabajo. Cuida todos los detalles y tiene su idea bien definida. Lo tuve muchos años y prácticamente le mueve poco, sigue jugando con su mismo sistema, escoge buenos jugadores y sabe mantener su hambre de triunfo”, describió El Emperador para El Heraldo de México.
El triunfo ante las Cobras auguró un fructífero porvenir para el ex futbolista oriundo de Río de Janeiro, Brasil, ya que a exactamente 30 años de distancia, comparte sitio con don Nacho Trelles, como los DT’s más ganadores en torneos ligueros, ambos con siete. El brasileño, naturalizado mexicano, suma una estrella con el Guadalajara, una con los Pumas y cinco con los Tigres.
Asimismo, El Tuca ha acumulado 14 títulos con clubes de la Primera División, con lo cual está a un trofeo de empatar a Trelles y Raúl Cárdenas como los más triunfadores, ya que cada uno suma 15 trofeos.
Ferretti hoy está lejos de las plantillas onerosas, como las que acostumbró en Nuevo León; sin embargo, asume el desafío de llevar por buen puerto a los Bravos de Juárez, ciudad ante la cual tuvo su primer partido y victoria como entrenador.
MAAZ