JOSÉ RAMÓN FERNÁNDEZ

Genio y Figura, José Ramón Fernández en el periodismo deportivo mexicano

El comentarista cumple 75 años de vida este 6 de abril

DEPORTES

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Genio y Figura, José Ramón Fernández en el periodismo deportivo mexicano. Foto: EspecialCréditos: Especial

Admirado, odiado, reconocido, pero siempre polémico. José Ramón Fernández cumple este 6 de abril, 75 años de edad, con una larga trayectoria en los medios de comunicación, siendo una referencia en el periodismo deportivo mexicano, sobre todo en la televisión nacional, en donde ha dado mucho de qué hablar con sus comentarios y puntos de vista.

Ha quedado en la memoria de los aficionados del deporte, por defender sus posturas de manera enérgica, y ser precursor importante del llamado antiamericanismo, en referencia a su poca simpatía por el equipo América, algo que le ha dado, tanto seguidores como detractores desde la década de los setenta.

Fernández ha dejado una escuela importante, con un sello que va desde la discusión sobre la mesa hasta el rigor en la información con notas que han dado para la discordia.

Son varios los comentaristas y especialistas que salieron de las antiguas épocas de Imevisión y que hoy están distribuidos en los diferentes medios, la mayoría en la pantalla chica, que fueron testigos del estilo del comentarista áspero, seco, pero contundente, cuya presencia no dejó indiferente a los telespectadores que sintonizaron el Canal 13 para ver los resúmenes de cada fin de semana. O lo apreciaban o lo detestaban, pero siempre lo veían y escuchaban.

Deportv

Luego de un efímero paso por algunas televisoras, incluyendo por algunos meses Televisa, José Ramón Fernández llegó en 1973 a la cadena estatal, simplemente conocida como Canal 13. Meses después de su arribo, fundó junto al publicista Carlos Alazraki y al productor Luis de Llano Palmer, un programa que trascendió durante más de tres décadas, Deportv.

Dicha emisión, cuyo lema era El Ancho Mundo del Deporte, pasaba largos resúmenes sobre diversas disciplinas, pero con el paso del tiempo, el futbol, sobre todo el mexicano, acaparó cada vez más su contenido, con los dimes y diretes y algunas cosas que pasaban detrás de cada partido.

El punto de vista especial de José Ramón y de su grupo de comentaristas comenzó a tener relevancia al enfocarse, no sólo del análisis deportivo como tal, sino en las anomalías que se daban en los encuentros, el antes y después de los mismos, algo inédito en los medios de comunicación de aquella época.

El éxito de Deportv le abrió a Fernández otros espacios en su televisora, donde se hizo famoso por hacer largas entrevistas a personajes del deporte, siempre bajo el sello de la polémica y en muchas ocasiones, poniendo incómodo a sus invitados por sus cuestionamientos.

El caso de los cachirules

Un punto importante en la carrera de José Ramón Fernández fue el año 1988, y lo que hasta la fecha se le conoce como El Caso de los Cachirules. Pese a que otros medios de comunicación, sobre todo de la prensa, ya hablaban de que el futbol mexicano usaba jugadores con más edad de la permitida por FIFA en sus selecciones menores, el torneo clasificatorio al mundial juvenil sub-20 de Arabia, a jugarse en 1989, hizo que estallara la bomba.

 Fernández y sus colaboradores decidieron meterse al tema, al revelar, en televisión nacional, un par de actas de nacimiento originales de dos de los cuatro jugadores que participaron en ese proceso, y que rompieron la regla de la edad: Gerardo Jiménez y José de la Fuente.

La Federación Guatemalteca de futbol usó esa y otras informaciones similares de los medios para quejarse con la Concacaf, y el organismo decidió suspender a México del mundial sub-20. Días después, la FIFA, en su afán de establecer un precedente, amplió el castigo a todas las selecciones nacionales por los siguientes dos años.

José Ramón fue señalado como el principal culpable de la sanción, y en 1990 no pudo asistir a Italia para cubrir de manera presencial como comentarista la Copa del Mundo en aquel país europeo.

De Imevisión a TV Azteca

La transición de televisión estatal a privada, que tuvo Imevisión durante 1993, puso a José Ramón Fernández en otro nivel, ya como Director de Deportes de la nueva empresa conocida como TV Azteca.

Durante más de 10 años, el polémico periodista siguió defendiendo su estilo crítico, ganando simpatías y a la vez enemigos, en una época donde las dos principales cadenas mexicanas comenzaron a pelear por la audiencia, en lo que se le denominó eufemísticamente como La Guerra de las Televisoras.

En septiembre de 2006, Fernández se separó de su cargo, por problemas de salud, y meses después abandonó la televisora de manera definitiva para irse a la cadena ESPN, donde colabora hasta la fecha, siendo la cabeza de un par de programas.

Desde 1976, ha cubierto once Copas del Mundo de futbol y once ediciones de Juegos Olímpicos. En la mayoría de ellas, su programa Los Protagonistas dejó huella y dio la pauta para que otras cadenas siguieran ese formato que combinaba lo deportivo y más allá.

David Faitelson, periodista de ESPN y una de las personas más cercanas a José Ramón Fernández en los últimos años, afirmó en palabras a el Heraldo de México cuál ha sido su legado a lo largo de todos estos años: “Su aportación es, hoy, invaluable. Dentro de 20, 30, 40, 50 y muchos años más, hablaremos del estilo y de la manera diferente que él ha tenido para comunicar y ejercer el periodismo en México. Destacó en una época complicada, y por encima de los intereses políticos y económicos”.

“Es un privilegio haber podido aprender y crecer a su lado. Le estaré eternamente agradecido. Felicidades por su cumpleaños número 75. Lo vemos fuerte, efusivo e intenso como siempre ha sido. Creo que tendremos a José Ramón por mucho tiempo en los medios”, agregó.

Por su parte, Juan Antonio Hernández, especialista de la Fiesta Brava en TV Azteca durante 31 años y otro de sus más fieles colaboradores, detalla en pocas palabras parte de su personalidad:

“La primera vez que me entrevisté con él, me citó durante dos días y diario me preguntaba, ‘¿Qué hace usted aquí?’. Pero no me decía nada. Ya al tercer día, lo acompañé a su programa de radio y le dije que me gustaban los toros. A los pocos días me contrató. ‘¿Sabes lo que me gustó de ti? Que como todo buen tlaxcalteca tienes carácter fuerte’, me respondió.

“A partir de ese momento, entendí que el listón de calidad que me había impuesto no tenía por qué bajarlo, y yo en lo particular siempre le agradeceré que me haya hecho un mejor comentarista, fue un gran maestro. Me hizo dar ese extra y eso hace falta en el periodismo deportivo actual”, finalizó Hernández.

Por Oscar Zamora

PAL