El mundo del deporte se ve azotado de nuevo por el coronavirus. Ómicron se ha propagado con fuerza en las últimas semanas en Estados Unidos y Europa, afectando a grandes torneos.
La Premier League reportó más de 100 contagios entre jugadores y miembros del staff de los clubes; mientras que en la NFL van más de 200 positivos en días recientes, y tres juegos de la Semana 15 fueron pospuestos.
Los tazones de la NCAA también se han visto afectados, pues un trío de ellos se canceló.
La NBA no se ha quedado atrás. El 27 de diciembre hubo 120 jugadores positivos, y al menos 63 fueron descartados. Para Marco Antonio Ojeda, académico de la Federación Mexicana de Medicina Deportiva, “se deben tomar mayores medidas”. Aunque es complicado evitar el contacto, “se tiene que hacer una fase preventiva en donde se garantice que los jugadores estén libres de la enfermedad. Se necesita una detección temprana”.
El Dr. Gerardo Aguilar Martínez, especialista en Medicina del Deporte, hizo hincapié en el entrenamiento que deben llevar los atletas de alto rendimiento, previo a un posible contagio, “con una base aeróbica y de fuerza”.
De hecho, Héctor Martínez Meléndez, exdirector médico de la Conade, enfatizó que se necesita cuidado después de la práctica: “El entrenamiento de alta intensidad genera una baja de defensas en los primeros minutos después de terminado, por lo que se deben enfocar a cuidar los cambios de temperatura y la buena hidratación”.
En ocasiones el coronavirus deja secuelas que complican la vida de las personas. Aguilar Martínez recomienda que se brinde un seguimiento puntual, “por medio de pruebas que ayuden a saber el nivel de daño y abordarlo de la mejor manera”.
El especialista recalca que en su retorno se tiene que llevar al deportista poco a poco. “Una vez que ya dio negativo se debe iniciar con ejercicio aeróbico de moderada intensidad e incorporar entrenamientos de fuerza, aumentando un bloque cada día.
“Después de una semana, agregar coordinación y habilidades funcionales de su deporte. No se debe olvidar que el retorno debe ser progresivo hasta alcanzar los niveles previos a la enfermedad”, concluyó.
Por Edgar Sánchez y Oscar Zamora
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