TORO “PAJARITO”

A 15 años del salto más famoso del mundo del toreo

El toro “Pajarito” hizo historia al ser el primero en brincar a los espectadores en los tendidos de la Plaza México

DEPORTES

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El toro “Pajarito”, No. 167, de 503 kilogramos, el cual le correspondía a Ocampo, salió de la puerta de toriles. Foto: Cortesía Tadeo AlcinaCréditos: Foto: Cortesía

Fueron solo cinco segundos para que el toro “Pajarito”, de la ganadería de Cuatro Caminos, recorriera el ruedo y causara la histeria colectiva en la Plaza México, en la capital azteca.

La fecha del domingo 29 de enero de 2006 nunca será olvidada, ya que ese toro fue el primero, hasta ese momento en 59 años del monumental coso, que sus embestidas terminaron en las barreras de sombra, uno de los sectores más caros para presenciar los festejos en dicho inmueble taurino, el más grande del mundo.

Aquella tarde era la décimo cuarta corrida de la Temporada Grande 2005-2006. El cartel estaba compuesto por el caballista español Pablo Hermoso de Mendoza, y a pie, los mexicanos Manolo Arruza y la confirmación de alternativa del joven diestro Xavier Ocampo, en la lidia de cuatro bureles del hierro tlaxcalteca y, dos más de Montecristo, para rejones.

El toro “Pajarito”, No. 167, de 503 kilogramos, el cual le correspondía a Ocampo, salió de la puerta de toriles y en su andar solo le tomó cinco segundos hacia las tablas, para que con el impulso de sus patas traseras se apoyaran en la barrera de 1.40 metros de altura, el brinco acabara entre los aficionados, tras romper el cable tensor de acero colocado en la barrera a 2.26 metros.

“El toro saltó a dos metros de mi esposa embarazada y de mi hijo. Y del otro lado, a dos metros, mi padre y mi madre”, recordó Sergio Hernández, quien junto con su hermano Francisco, criaron a ese famoso burel de la dehesa de Cuatro Caminos.

El astado cayó en la barrera No. 126 de la segunda fila de sombra –la cual no estaba ocupada–, e instantes después, embistió a los espectadores hacia el lado izquierdo del tendido, entre el caos y el miedo generalizado.

Por su paso, hombres y mujeres se aventaron al callejón para evitar un percance. Sin embargo, el cárdeno ejemplar sí hirió a 11 personas, los más graves fueron Julieta Gil, con una cornada en el bajo vientre, y Andrés García Lavín, con una fractura de pelvis.

El terror y los gritos de desesperación de hombres y mujeres acabaron 49 segundos después cuando el subalterno español Manolo Rodríguez amarró el rabo del toro al cable de hierro de la barrera de la primera fila, mientras que el rejoneador Felipe Vallina, quien asistió al festejo taurino como espectador, fue quien descabelló al burel para evitar una tragedia de mayores proporciones.

“Me primera impresión fue de shock, y además muchos días después, soñaba con cuernos. Salí del burladero (de ganaderos) y me prensé de la barrera. Después sentí angustia por mi familia y, obviamente, por la gente, porque fueron 49 segundos, una eternidad”, añadió el ganadero.

El equipo médico comandado por el doctor Rafael Vázquez Bayod atendió a los heridos y, sobre todo, a múltiples crisis nerviosas de espectadores espantados por lo que acaban de vivir.

Este hecho, a 15 años de distancia, le dio la vuelta al mundo. Fue tan famoso “Pajarito”, cuyo nombre con el que lo bautizaron fue hasta una ironía, fue motivo de la edición de un libro, que escribió el ganadero Sergio Hernández junto con el periodista Heriberto Murrieta, además de una placa en el monumental coso taurino, así como artículos como calcomanías, pins, esculturas y hasta playeras tipo polo.

Y desde ese domingo 29 de enero de 2006 hasta hoy, no ha vuelto a repetirse que otro toro emule lo hecho por “Pajarito” de brincar hacia los espectadores; burel que llenó de terror y pánico a la Plaza México, coso que el próximo viernes 5 de febrero cumple 75 años de su inauguración, y debido a la pandemia por el COVID-19, no tendrá festejo taurino para conmemorarla.

Por Héctor Juárez Cedillo

avh