Acceso Libre

Lidiando con el magisterio

El senador y secretario general del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, adelantó que el sindicato aportará 5.5 millones de afiliados a Morena

Lidiando con el magisterio
Carlos Zúñiga Pérez / Acceso Libre / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Con su amplio poder, parece que Morena ha hecho retroceder el tiempo y nos ha llevado de vuelta al viejo México. La hegemonía guinda ha desafiado los avances de la transición democrática de inicios de siglo y ha decidido, como en la época dorada del PRI, promover una afiliación masiva de simpatizantes, poniendo el ojo en el magisterio, con su apetitosa cantidad de agremiados.

El senador y secretario general del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, adelantó que el sindicato aportará 5.5 millones de afiliados a Morena (entre maestros y familiares), asegurando que esa fue la cantidad de votos que contribuyeron en las pasadas elecciones. Para ello, Cepeda reveló que Morena entregó al SNTE seis mil tabletas electrónicas para llevar a cabo la afiliación. Esta declaración, que por sí sola debería ser escandalosa, ha pasado desapercibida y ha sido eclipsada por el propio gremio magisterial, pero desde su lado disidente y chantajista.

Mientras la dirigencia del SNTE se codea con los altos mandos de Morena, la presidenta Sheinbaum tiene que lidiar con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que ha desconocido abiertamente el liderazgo de Cepeda y ha puesto en duda su oferta de afiliación. La CNTE ha declarado que nueve de cada diez docentes rechazarían afiliarse a Morena y, a diferencia del sindicalismo alineado, ha obtenido triunfos a su estilo, presionando a los extremos.

Esta semana, lograron que se retirara la iniciativa de reforma a la Ley del ISSSTE, la cual contemplaba cambiar las cuotas que los trabajadores pagan al Instituto cuando sus percepciones superen las 10 Unidades de Medida y Actualización (UMA) mensuales y facultar al Fovissste para adquirir, construir, rehabilitar y rentar viviendas para los trabajadores del Estado. Lejos de apaciguarse sin la iniciativa en el congreso, los disidentes mostraron músculo.

Un plantón de 72 horas en la plancha del Zócalo y el cierre de las entradas al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México fueron el marco para las nuevas demandas de los maestros: la derogación de la ley del ISSSTE de 2007. Sin embargo, en el fondo, la verdadera exigencia es que la interlocución y el poder de negociación con el gremio magisterial dejen de estar en manos del SNTE y pasen a la CNTE.

El escenario es peligroso, porque para ambas organizaciones lo menos relevante es la calidad de la educación del país. Buscan dinero y privilegios. Por eso, resalta que el Secretario de Educación Mario Delgado confirme que en el país sí se aplicará la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), algo a lo que la CNTE se ha opuesto históricamente. Los resultados de los exámenes se integrarán como insumos para mejorar la calidad educativa.

Ayer por la tarde, los maestros disidentes levantaron su plantón en el Zócalo, pero amagaron con un paro indefinido y más movilizaciones. El país tiene suficientes problemas como para lidiar con un conflicto magisterial, pero el monstruo ha sido alimentado y olió la sangre. En medio del juego político, habrá que ver lo que consiguen.

POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ

COLABORADOR

@carloszup

MAAZ

 

Temas