Leonora Carrington es una de las mujeres que llegó a México para quedarse y amar este país. El exilio la obligó a dejar su natal Inglaterra para adentrarse en un país que era tan diverso y rico que la conquistó. Ella una mujer con un espíritu incansable encajó perfecto en un país considerado surrealista por André Breton, quien lideraba el movimiento surrealista en el arte. La famosa periodista Cristina Pacheco tuvo oportunidad de platicar con esta artista y hoy recordamos ese mágico momento.
Llegó a México en 1943 y desde entonces quedó prendada de este país, con sus colores, aromas, sonidos. Con un español entrecortado, sin poder dejar de lado su acento inglés, Leonora es cuestionada por Cristina Pacheco sobre cómo un caballo se convierte en unicornio, a lo que ella responde que quizá fue al revés, un unicornio se convirtió en caballo, “se le cayó el cuerno, quizá en Francia”, lo que deja ver quizá una relación de su vida personal con esa alegoría del caballo, pues biografías describen que ella se representaba como ese animal desde que era una niña.
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La entrevista de Cristina Pacheco a Leonora Carrington
De su mente ingeniosa y dispuesta a experimentar con sus pensamientos nacieron miles de personajes y detalles que albergan sus cuadros donde se ven múltiples colores y formas que parecieran separadas entre sí, pero que se unen en un universo casi mágico. La periodista le cuestionó de dónde venían esos seres, cómo había transformado México su paleta de colores, pero ella respondía que no sabía, como si todo su arte surgiera de manera natural de sus adentros y buscara plasmarse en lienzo o escultura.
Breton dijo que México era el país surrealista y muy extraordinario, así fue como recibió un país a una mujer que venía de vivir duras experiencias de vida, de vivir una guerra. Leonora Carrington recordó, durante su conversación con Cristiana Pacheco, que en la Ciudad de México no había grandes edificios y que desde cualquier lugar se podían ver los volcanes. Recordó una anécdota de cuando la gente pasaba por la calle con decenas de guajolotes y chivos.
“Yo soy como los gatos soy muy curiosa, quiero saber de dónde vienen las cosas, pero no sé”.
