Los habitantes de la Ciudad de México, y desde luego los visitantes ávidos de disfrutar su riqueza cultural, suelen pensar en zonas precisas: Centro Histórico, Paseo de la Reforma, Basílica de la Virgen de Guadalupe, la bohemia de las colonias Condesa y Roma o, hacia el sur, Coyoacán o Insurgentes, o bien hacia Ciudad Universitaria, con sus teatros y núcleos de arte y ciencia.
No obstante, la zona que mira al oriente debe ser considerada tan sólo por el enorme crecimiento y riqueza cultural de las alcaldías Venustiano Carranza, Iztacalco o Iztapalapa, entre otras.
Dado que los patios de la entonces estación del Ferrocarril San Lázaro eran propicios para levantar el Palacio Legislativo, a fines de los años 70 se encargó al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez diseñar un recinto para este pilar de la nación. A pesar de la cercanía —poco más de diez cuadras— con el Centro Histórico, San Lázaro no fue especialmente reconocido por compartir conocimiento, arte y cultura, como sucede con otros Congresos en el mundo.
Con la certeza de que este lugar puede reunir y difundir saberes de gran calidad, quienes integramos la secretaría general, y con la visión e impulso de las LXIV y LXV Legislaturas, nos abocamos a crear un programa de vinculación con distintas audiencias, con los vecinos de San Lázaro y con cualquier persona interesada en participar de la gran oferta cultural del palacio legislativo.
Atraer a tantos grupos —estudiantes, investigadores, amas de casa, empleados, trabajadores de la Cámara— reta a nutrir el abanico de actividades relacionadas con el quehacer legislativo sin olvidar el esparcimiento y matiz lúdico.
Con esa idea, hoy se aprovechan tecnologías e instalaciones en dos dimensiones.
Por un lado, hacemos más accesible el Museo Legislativo Sentimientos de la Nación, reinaugurado en 2019 y enriquecido con tecnología interactiva para ofrecer un paseo ameno por la vida política, ciudadana y legislativa del país.
La otra dimensión es el Espacio Cultural San Lázaro (ECSL), una plataforma de actividades culturales y académicas que, en colaboración con grandes instituciones como El Colegio de México y la Academia Mexicana de la Historia, entre otras, ofrece cursos, conferencias y seminarios sobre historia, corrientes filosóficas, fotografía, formación legislativa, desarrollo de habilidades, conocimientos prácticos y presentaciones de libros, además de utilizar foros para conciertos musicales.
Todo lo anterior es difundido a través de diferentes ventanas digitales —YouTube, Facebook, Instagram y Twitter—. Estas cápsulas y seminarios durante la pandemia, a través del Portal Ciudadano y las redes sociodigitales, alcanzaron más de medio millón de personas. Hoy, en forma presencial, se pueden disfrutar, entre otros eventos, los Miércoles Culturales.
A través de las citas para acudir al Museo Legislativo y la cartelera del ECSL, nos da gusto difundir que la cultura y el conocimiento, en el histórico y grandioso oriente de la ciudad, también existen.
PAL