CÚPULA

Reloj

Las últimas horas del año viejo no dejan de transcurrir; un nuevo periodo está por comenzar...

CULTURA

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Reloj, relatoCréditos: Especial

Viejo: ¿Qué hora es? 

Joven: Todavía no es hora.

Viejo: ¿Ya está todo listo?

Joven: Hay que esperar a que las manecillas se acomoden 

en el sitio exacto.  

Viejo: ¿Crees en los nuevos comienzos?

Joven: Sí y no.

Viejo: ¿Por qué no se puede regresar el tiempo?

Joven: Y si te dijera que el tiempo no existe, ¿me creerías? 

Viejo: ¿No existe?

Joven: ¿Tú qué crees? 

Viejo: Cuando estoy con algunas personas siento que el tiempo no existe. 

Joven: ¿Y cuando estás con otras? 

Viejo: Bueno, a veces siento que sí existe y que es como una maleta muy 

pesada y sin rueditas.

Joven: ¿Y por qué sigues cargándola? 

Viejo: Me estás insinuando que deje de usar…

Joven: Me gustaría que te liberaras, que dejes de pensar en el pasado, que

 rompas con todo aquello que te impide avanzar. 

Viejo: ¿Y qué hago con mis recuerdos? ¿Dónde meto mis sueños? 

Joven: Veo que no estás dispuesto a arrancar la hoja y a comenzar de nuevo. 

Viejo: Los años no pasan sin avisar, dejan cicatrices, ya no soy el mismo

de antes. 

Joven: Ahora eres más sabio, puedes aprender de tus errores y de 

tus aciertos. 

Viejo: Eso es lo que siempre le dicen a los viejos. 

Joven: La realidad es que lleva tiempo llegar a ser joven, como diría Picasso.

Viejo: ¿Ya es hora? No me digas que cambió el horario otra vez. 

Joven: Ya falta poco. Agradece los días y las noches, algunos momentos 

fueron inolvidables.

Viejo: Sí, es verdad, inolvidables y también irrepetibles. 

Joven: Por ser irrepetibles se han vuelto inolvidables, ¿no crees? 

Viejo: Es posible. 

Joven: ¿Te ilusiona empezar de nuevo? 

Viejo:  ¿Es posible?

Joven: Imposible no es. 

Viejo: Tengo mucho que agradecer, es cierto. El amor, los verdaderos 

amigos…

Joven: Mira lo lejos que has llegado, jamás lo hubieras imaginado. 

Viejo: ¿Esas son mis huellas?

Joven: En un año serán las mías. 

Viejo: La mesa está puesta y algunas sillas no tienen dueño. Extrañaremos 

a los que se fueron. 

Joven: Y llegarán otros a ocupar esos lugares. Lo importante es 

tener algo; un motivo para luchar. 

Viejo: Algo, no; alguien. 

Joven: Alguien, tienes razón. 

Viejo: Alguien, pero no cualquier alguien. ¿Ya es hora? Recuerda 

que no traigo…

Joven: Lo sé, lo sé, y también sufres de ansiedad. Te digo algo: un deseo 

por cada uva, 12 en total, ¡no está mal! Este año hay que ir por todo, 

arriesgarse más. La juventud es una actitud, una forma de ver la vida, 

un estado del alma.  

Viejo: Creo que me estoy haciendo viejo. Pronto empezarán los fuegos 

artificiales, el champán, los abrazos, y seré historia.

Joven: No hay nada más viejo que el periódico de ayer, pero el de hoy es otra 

cosa. Tú serás parte del pasado, en cambio yo, me convertiré en presente. 

Ya es hora. 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1...

¡Feliz Año Nuevo!

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