ARTISTA MEXICANA

La artista Paola Ávalos recrea el silencio

Producto de una residencia en medio del bullicio de un museo, la artista creó la exposición "Silencios sonoros", conformada por 20 piezas

CULTURA

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La exposición fue curada por el artista tapatío Adrián GuerreroCréditos: Arte: Nicole Flores

Paola Ávalos (Guadalajara, 1978) experimentó el bullicio. Cuando el Museo de las Artes (MUSA) de la Universidad de Guadalajara la eligió para su programa anual de residencias, el silencio de su taller se esfumó. La artista debió mudar su lugar de trabajo a una de las salas del recinto y trabajar entre los visitantes: casi 2 mil 700 personas, quienes llegaron cada martes y jueves, durante un mes.

“Realmente nunca estuve sola ni en paz social, más bien tenía que provocar el silencio para seguir avanzando, porque durante las primeras semanas sí hubo un poco de estrés y en lo que me adaptaba, veía que no avanzaba”, cuenta. Con apoyo de University of Guadalajara Foundation y el Legado Grodman, Ávalos aceptó trabajar mientras interactuaba con la gente: el resultado fue “Silencios sonoros”, exposición que, hasta el 16 de octubre,muestra el producto de esa residencia.

La memoria y el silencio ya habían sido tema de la artista, en el MUSA decidió volver a la mudez cuando llevaba dos semanas de residencia: “cuando empiezo a tener contacto con el público me veo en esa necesidad de buscar el silencio porque no lo tenía”.

(Créditos: Especial)

Ávalos eligió además la encáustica para comunicarse con la gente, de la técnica se había enamorado a partir de la obra de Jasper Johns (1930), que conoció en el Art Institute of Chicago: “la plástica y la materialidad en el arte son de las cosas que me enganchan de la encáustica, es algo que se puede ver en mi trabajo, son cuadros muy cargados de materia, de cera, que es justo el aglutinante que se usa”.

Produjo 20 piezas, una de ellas tridimensional y otra elaborada con barro, material que tampoco había utilizado antes. ¿Pero cómo avanzar?, la artista empezó entonces a buscar la ausencia del sonido: “La intención siempre fue compartir con el público, algo que no iba a dejar de suceder, entonces fue encontrar esos momentos de silencio, tener un proceso de introspección, cuestionarme si el silencio está a partir de la ausencia o el vacío”. “Biografía del silencio” de Pablo d’Ors le dio algunas pistas; “me hizo cuestionar y reflexionar si el silencio está en la quietud o en el movimiento, en este caso, la interacción, la interlocución con el público, con el ruido que existía”.

La búsqueda también la llevó a elegir sólo dos pigmentos: blanco, y un negro no tan profundo: “el asunto de que fuera negro y blanco es a partir de saber si el silencio está en la oscuridad o en la luz. A través de la materia era lo que quería evocar, donde puede estar materialmente el silencio, si en una textura más lisa o en una más rugosa, más cargada, en la materia creo que también se puede percibir esta dicotomía, esta reflexión, esta duda de dónde existe el silencio, si en la ausencia, en el movimiento, en la saturación. Siempre estuve estudiando estas ideas de dónde está realmente”.

-La exposición fue curada por el artista tapatío Adrián Guerrero
-Una de las salas incluye una intervención sonora de Abigail Vázquez
-La residencia, afirma la artista, la sacó de su zona de confort

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