EDUARDO LIZALDE

Mundo literario lamenta la muerte del poeta Eduardo Lizalde

La Secretaría de Cultura, de común acuerdo con la familia, realizará un homenaje en el Palacio de Bellas Artes

CULTURA

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Eduardo Lizalde El Tigre, quien se definió a sí mismo como “un poeta y cazador de tigres, pero sólo en los libros”, falleció a los 92 añosCréditos: El Heraldo de México

El mundo literario lamentó la muerte de Eduardo Lizalde, las redes sociales se inundaron de sollozos poéticos que se resumen en palabras de Armando González Torres:

“Eduardo Lizalde, poeta, a la vez, monumental y tabernario, exigente y entrañable.  Su potente voz, susceptible de diversas modulaciones, simboliza bien su indispensable presencia en el concierto de la poesía mexicana”.

Gonzalo Celorio, Margo Glantz, Felipe Garrido, Adolfo Castañón, Vicente Quirarte, Julieta Fierro, Alejandro Higashi, Jorge Ruiz Dueñas, Raúl Arroyo y Antonio Crestani, miembros de la Academia Mexicana de la Lengua, montaron una guardia de honor durante el velorio que se llevó a cabo la noche de este miércoles.

La Secretaría de Cultura informó que, de común acuerdo con la familia, realizará próximamente un homenaje póstumo al escritor en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

El poeta Eduardo Lizalde El Tigre, quien se definió a sí mismo como “un poeta y cazador de tigres, pero sólo en los libros”, falleció a los 92 años. Y, como en su poesía, ha dejado la casa sola.

El también narrador nacido en la Ciudad de México el 14 de julio de 1929, consideraba a la poesía como “una especie de bomba de tiempo; a la larga, los más inéditos y desconocidos autores, si son importantes, sobreviven y pasan a la celebridad”.

El ensayista ya era una celebridad desde que, en 1970 por El tigre en la casa, obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia 1970 y alcanzó el mayor reconocimiento en la poesía mexicana y le abrió las puertas de numerosos galardones con los que se reconocería su prolífica obra.

Su trayectoria inició con La tierra de Caín, 1956; La mala hora, 1956; Odesa y Cananea, 1958; La cámara, 1960; Luis Buñuel. Odisea del demoledor, 1962; Cada cosa es Babel: poema, 1966. En suma, más de 60 años de poesía y letras que lo convirtieron en el poeta vivo más importante de México y uno de los más notables en lengua española, hasta ayer.

El poeta fue más que un poeta brillante y amado, fue editor, director de revistas y suplementos culturales, director de la Biblioteca México, conductor, junto con su gran amigo el lingüista Ernesto de la Peña, del programa Operomanía, en el que hablaban con gran gozo del considerado género mayor de la música; pasión que lo llevó también a ser productor de radio y medios audiovisuales pues se desempeñó como director de Radio UNAM y director de Televisión de la República Mexicana (TRM), incluso fue titular de la Compañía Nacional de Ópera.

Los grandes poetas como Octavio Paz y Alí Chumacero lo admiraban. El Nobel de Literatura destacó tres elementos esenciales en la poesía de Lizalde: precisión, limpieza e ironía.

Sin embargo, el ensayista dijo en una ocasión: 

“En la época de los poetas de la generación de Gorostiza, Villaurrutia o Pellicer, se hacían tirajes de mil ejemplares que tardaban 15 años en agotarse; actualmente se publican cientos de miles de ejemplares de autores menores. Pongo mi caso, soy un autor muy secundario comparado con los grandes y he vendido miles de títulos en los últimos años. Así que con este panorama no podemos quejarnos”.

La difusión de la poesía fue un tema de gran interés, decía que era considerada “la muñeca fea, la desvalida entre las literaturas”, por eso se alegraba genuinamente cuando las ediciones llenaban las mesas de novedades en las librerías.

  • Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y en la Escuela Superior de Música.
  • Entre sus principales títulos destacan La zorra enferma (1974), Tabernarios y eróticos, 1989; Eduardo Lizalde de bolsillo, 1991; Otros tigres (1995); Tablero de divagaciones I, 1999; Rosas y otros tigres, 1999; Tablero de divagaciones II, 1999; Las huellas del tigre, 2000; La ópera ayer, la ópera hoy, la ópera siempre: antología de crónicas, 2004.
  • Entre los premios destacan el Nacional de Poesía Aguascalientes, Nacional de Literatura y Lingüística; Internacional Alfonso Reyes e Internacional Carlos Fuentes de Creación Literaria.

“La poesía tiene la característica de sobrevivir a otros géneros con más potencia, con potencia impredecible, como la narrativa o el ensayo”

PAL