ARTES

Eduardo Matos Moctezuma: El recolector de nuestro pasado

El arqueólogo mexicano, leyenda viva del estudio de lo prehispánico, fue declarado ganador del premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales

CULTURA

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El arqueólogo mexicano, leyenda viva del estudio de lo prehispánicoCréditos: Cortesía INAH

El conocedor del corazón mexicano, de las entrañas de lo que hoy es México, Eduardo Matos Moctezuma (Ciudad de México, 1940), el arqueólogo más conocido del país, el que por más de cuatro décadas ha ingresado a los estratos más profundos de nuestro pasado prehispánico, fue elegido ganador del premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales por su excepcional contribución al conocimiento de las sociedades, la cosmovision y culturas prehispánicas.

“Me siento muy contento; en el Templo Mayor ya llevamos 44 años excavando, han pasado varias generaciones de arqueólogos, es una distinción muy grande y siempre he considerado que en realidad cuando se premia a una persona hay una extensión de muchas otras. Yo, por ejemplo, me formé en la Escuela Nacional de Antropología, después me desarrollé profesionalmente en e INAH, llevo 62 años en el instituto”, señaló a El Heraldo de México.

Después de trabajar en sitios como Teotihuacán, Matos Moctezuma ha sido el protagonista del pasado más cautivador: el de los mexicas, ese que se conformó inmediatamente después de la llegada de los españoles.

Curador, maestro, asesor de grupos colegiados, ente que funciona como autoridad moral en la arqueología, Matos Moctezuma es para México la referencia a la hora de conocer el pasado de nuestra raíz.

La noticia del premio cayó en la madrugada de México y el teléfono no lo ha dejado en paz a sus más de 80 años de vida. “Tus colegas no me dejan”, comparte. La vida le cambió a Matos hace más de cuatro décadas, cuando la Tlaltecuhtli emergió del subsuelo; ese monolito azteca configuró la vida del arqueólogo y de todo un país.

Matos ya no se separó del corazón tenochca, el antiguo Templo Mayor mexica se convirtió en su razón de ser y en su obsesión.

“Mis maestros fueron fundamentalmente José Luis Lorenzo, y arqueólogo prehistoriador Román Piña Chan, ellos dos fueron fundamentales en mi formación”. De ellos aprendió que el suelo que pisamos tiene una historia con una gran entraña por explorar.

En redes sociales esta distinción ha sido reconocida por las instituciones académicas a las que pertenece, así como por sus colegas y cientos de alumnos.

Libros

“El Templo Mayor de los aztecas”, (1988).
“Vida y muerte en el Templo Mayor”, (1995).
“Muerte al filo de obsidiana: Los nahuas frente a la muerte”, (1996).
“Excavaciones en la catedral y el sagrario metropolitanos: programa de arqueología urbana”, (1999)
“El calendario azteca y otros monumentos solares”, (2005).
“Aztecas” (2002).
“Escultura monumental mexica”, (2009).
“La muerte entre los mexicas”, (2010).

Premios y reconocimientos:

Miembro de la Academia Mexicana de la Historia, 1998.
Miembro de El Colegio Nacional, 1993.
Medalla "Henry B. Nicholson" por el Archivo Mesoamericano y el Museo Peabody de la Universidad de Harvard, 2002.
Medalla "Benito Juárez" otorgada por la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Chevalier dans l'Ordre des Palmes Académiques , 1981.
Doctor of Sciences Honoris Causa por la Universidad de Colorado, 1989.
Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía,  2007.
Miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, 2014.
Doctor Honoris Causa por la UNAM, 2017.

FOTOS: CORTESÍA INAH

MAAZ