Las típulas, los insectos de patas largas y diminuto tamaño, que no son moscos, sino polinizadores y que han habitado la Tierra desde el origen de la vida, se unieron a la flora y a la fauna del Jardín Botánico del Bosque de Chapultepec, gracias a la instalación escultórica de ocho piezas de bronce, de 2.5 metros de altura cada una, creadas por el artista Amador Montes.
Como parte de INSECTA. Festival del Bosque, que cerró ayer y que fue organizado por el Bosque y su Fideicomiso, y por Fundación Coppel, el artista oaxaqueño, acompañado de la secretaria de Medio Ambiente de la Ciudad de México, Marina Robles, inauguró El lago de las típulas, cuyas piezas se quedarán de manera permanente en el espacio.
"Estoy muy contento, quedaron exactamente como lo planeamos y como lo soñé. Cuando tenía unos 7 años las imaginé, las dibujé, las esculpí y hoy están en el mejor lugar. Las obras en los espacios públicos pueden cambiar un contexto y pueden dialogar con la gente, estas piezas son, además, una invitación a reflexionar sobre el medio ambiente porque las típulas son diminutas y perfectas, forman parte de un todo y a veces no logramos dimensionar la grandeza de seres como las típulas", indicó Montes en entrevista.
Por su parte, Robles explicó que en el mundo existen poco más de 15 mil especies de típulas, sólo en la Ciudad de México hay 31 especies registradas. La funcionaria adelantó que esta instalación forma parte de un proyecto mayor en el Jardín Botánico. “El Bosque recibe más de 20 millones de visitantes al año, de la ciudad, de toda la República y de muchos países. Tener la obra de Amador es un privilegio y la recibimos con mucho cariño”, aseguró.
El escultor, quien prepara una serie de proyectos en Sevilla y en sitios como Casa Abierta Monte de Piedad, agregó que espera que los visitantes puedan reconocer en las piezas la importancia de los insectos para la continuidad de la vida.
PAL