ARTES

Polo Vallejo trae a la CDMX su exposición "Nobleza de cerdo"

El artista Polo Vallejo trae a la Ciudad de México un fragmento de su primera individual, con el que rinde un homenaje al mamífero siempre sacrificado

CULTURA

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El artista Polo Vallejo presenta un fragmento de su primera individual (Foto: Especial)Créditos: Especial

El cerdo, dice Polo Vallejo (Puebla), es uno de los animales más parecidos al ser humano. Para él, se trata además de una especie que nos recuerda todo el tiempo el sacrificio, de una “criatura engullida desde el origen de nuestra estirpe primitiva”. José Emilio Pacheco ya lo había escrito en su poema “Cerdo ante Dios”: “Bulle la carne en el aceite. Dentro de poco, tragaré como un cerdo. Pero no voy a pesignarme en la mesa”.  

A Polo siempre le ha interesado la relación del hombre con los animales, la manera como estos sirven al humano para contar sus propias historias, para fabular. “Me gusta mucho esa manera de contar historias, de las fábulas, siempre con animales, es una manera de hablar de historias nuestras, de reflexionar”, dice.

Jefe del taller La máquina, un espacio ubicado en el centro de Oaxaca, el grabador montó ahí “Funámbulo”, su primera individual, integrada mayormente por escultura y litografía. Un breve fragmento de esa exposición puede verse ahora, y durante los siguientes dos meses, en la Ciudad de México, en la Carni.Galería, un espacio inaugurado hace un año en la colonia San Rafael (Antonio Caso 147).

Se trata del homenaje personal de Polo al cerdo, en el que se incluye la primera litografía que hizo en La máquina y tres esculturas de resina con cargas minerales, todas representaciones de la cabeza de un puerco. “Tengo un gusto personal por las cerdos, se trata del animal más parecido a nosotros, todos somos como los cerdos, geneticamente”.

A partir de fotografías que tomaba en las carnicerías de la Central de Abasto de Oaxaca, donde vive desde hace 10 años, el artista comenzó su estudio del mamífero (muy ligado a la pintura “David con la cabeza de Goliat” de Caravaggio, que habla del sacrificio); el paso de la gráfica a la escultura fue casi natural, Polo trabajó con un maestro moldero y reprodujo la cabeza del cerdo en cada uno de sus detalles, incluida la textura flexible de su piel.

Una dorada y dos más en negro, las cabezas de cerdo de Polo forman parte de las líneas de trabajo que empleó en su exposición y que aún siguen abiertas. Entre ellas está el amor, el hombre y, por supuesto, el sacrificio: “Cuando se mata a un cerdo es dramático, hay todo un caos alrededor, pero cada quien se sacrifica de alguna manera en la vida”, reflexiona.

A DETALLE

  • -La exposición de Polo  Vallejo se mantendrá expuesta los siguientes tres meses en la Carni.Galería
  • -El espacio nació como una carnicería en la que también se ofrecen piezas de arte popular
  • -Después de la exposición, Polo Vallejo mantendrá piezas en la galería de manera permanente

FRASE

“Al ver colgadas las cabezas de cerdo parece como que no están muertas, cuando ves una cabeza piensas que está viva, eso me atrae muchísimo”. - Polo Vallejo  

MAAZ