Estudiantes de las distintas generaciones de la Especialidad en Antropología Forense de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) dirigieron una carta al director del INAH, Diego Prieto, donde solicitan que “no dé la espalda” a la especialidad y “brinde el apoyo que necesita” en un país “con alrededor de 100 mil personas desaparecidas de 1964 a la fecha”.
En la misiva, los exalumnos informaron que sin una explicación no se ha llevado a cabo la renovación de contratos de “de todos los profesores y de la actual coordinadora” Guadalupe Rodríguez. Rodríguez.
Asimismo, señalaron, “manifestamos los atropellos que ha vivido la Especialidad desde su creación en 2014 hasta la actualidad” y “alzamos la voz para que se reconozca el valor de la Especialidad, única en su tipo, que apela a una formación integral y humanitaria. No es posible que la misma institución que la alberga, no le dé el apoyo que necesita”.
Los estudiantes de las cinco primeras generaciones de la especialidad exigieron que se den los contratos para todos los profesores y para la coordinadora, quien, afirmaron, ha buscado el diálogo con las autoridades de la ENAH “sin más respuesta de su parte que: ‘No hay contratos para los profesores de la Especialidad en Antropología Forense’”.
Crisis forense
Además, afirmaron, que ante “la grave crisis forense que atraviesa nuestro país, se ha visibilizado que uno de los problemas relacionados a ello ha sido la falta de especialistas en materia forense para realizar la búsqueda, recuperación, identificación y entrega de los cuerpos hallados en lugares de inhumación clandestinos o aquellos que permanecen resguardados en Servicios Médicos Forenses y posteriormente en fosas comunes como no identificados”.
Desde la creación de la Especialidad, añadieron, “se ha apelado a una formación profesional integral y con perspectiva en Derechos Humanos”; a pesar de ello, dijeron, “la Especialidad no ha tenido apoyo por parte de la institución, evidencia de ello es que no ha tenido presupuesto asignado desde su creación”.
Las condiciones llegaron al extremo de que hasta la quinta generación 2022, “se le asignó a la Especialidad una oficina sin muebles, sin computadora y sin personal de planta para apoyo administrativo”.
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dhfm
