CÚPULA

Proyectos binacionales de Ópera entre México y Estados Unidos

Es momento de dejar de mirar a Europa y mirarnos a nosotros mismos, a nuestra creación y a nuestros grandes artistas

CULTURA

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PROMOTORA. Foto: cortesía de Andrea Puente-Catán.Créditos: Foto: cortesía de Andrea Puente-Catán.

El trabajo de gestión y promoción ha sido fundamental en mi actividad profesional como músico. Hace 20 años cuando llegué a Estados Unidos, continué mi actividad orquestal como arpista y consolidé mi trabajo como promotora, primero en proyectos de música de cámara y más tarde en proyectos de ópera en español. Me di cuenta de la necesidad e importancia del desarrollo de propuestas para y con la comunidad hispana en California y en todo el país. Hoy, estos proyectos revisten un enorme valor: actualmente hay 49 millones de hispanohablantes en la Unión Americana, la cifra es muy ilustrativa, a lo que se suma el cada vez más amplio poder adquisitivo de estas comunidades.

Mi trabajo en la compañía de Ópera de San Diego, como directora de Recaudación de Fondos y directora de Iniciativas Hispanas despega con la iniciativa “Ópera en español”, un proyecto incluyente que nace del análisis de la realidad operística de México y Estados Unidos enfocado a este arte escénico en idioma español y siendo sus invitados artistas, directores, cantantes y directores de escena hispanos. Tiene como eje geográfico de acción la región de la “Cali baja”, sureste de los Estados Unidos-noreste de México, y continua por Sinaloa. La zona caracterizada por un intenso tránsito de personas y comercio; se trata de un punto estratégico de encuentro que genera una multiplicidad de fenómenos culturales. Tan sólo por la frontera de Tijuana-San Diego cruzan diariamente 100 mil personas.

Las acciones emanadas de esta iniciativa son resultado de una amplia gestión entre instituciones de México y Estados Unidos. Iniciamos una estrecha relación con la Sociedad Artística Sinaloense, con Leonor Quijada, su directora y Enrique Patrón de Rueda, en su Estudio de Ópera de Mazatlán, un enorme semillero de jóvenes artistas de los escenarios operísticos. Pretendemos crear un puente binacional de intercambio artístico y de promoción cultural, un corredor operístico de esta zona, más allá de Tijuana-San Diego, que recorra desde California y baje hacia los estados del norte del Océano Pacífico mexicano.

Conjuntamente con el Estudio de Ópera de Mazatlán, hace dos años realizamos una audición a sus cantantes y permanentemente se identifican los nuevos valores de la ópera que surgen de este estudio; actualmente se analiza la posibilidad de estructurar un programa piloto para que estos cantantes viajen a San Diego y tomen clases magistrales, además de participar en un novedoso sistema de conocimiento “aprendiz de un rol importante”, en el que el joven valor se involucra de manera intensa en una puesta en escena determinada, participa en todos los ensayos, se aprende y se adentra en el papel principal y está presente en todos los procesos que van dando forma al mismo. Otro gran proyecto es la puesta en escena de la ópera La hija de Rappaccini de Daniel Catán, en un formato de filme para su presentación virtual. Esta obra sucede en un jardín, por lo que se filmarán las escenas interiores en San Diego y las exteriores en el Jardín Botánico de Culiacán, un espacio de 10 hectáreas, rodeado de esculturas maravillosas y dedicado a la conservación de especies botánicas, la investigación científica, la educación ambiental y la promoción cultural. Un proyecto binacional muy importante en el que estamos poniendo mucho esfuerzo y del cual nos sentimos muy orgullosos. Este proyecto será parte de nuestra temporada 2022/2023. Asimismo, se trabaja actualmente en la creación de un premio dirigido a cantantes de ópera como parte de una amplia estrategia de apoyo a las nuevas generaciones de cantantes en español, quienes serán en un futuro las grandes estrellas de los escenarios.

OBRA. Puesta en escena La hija de Rappaccini de Daniel Catán. Foto: cortesía de Octavio Sosa.

Estas gestiones nos han permitido, entre otros logros, la donación de escenografía de la ópera Aida a la Sociedad Artística Sinaloense. La escenografía ya se encuentra en territorio nacional y con firmes planes de que la puesta se presente en León, Guanajuato y en Sinaloa.

Tras hacer conciencia de la necesidad de temas que representen a los hispanohablantes, en la compañía iniciamos la comisión de obra para la creación de una ópera sobre Diego Rivera y Frida Kahlo, con libreto de Nilo Cruz, ganador de un premio Pulitzer y una compositora hispanoamericana de raíces peruanas —Gabriela Lena Frank—, obra que se presentará en la próxima temporada de Ópera de San Diego. También se estrenará la tercera ópera de mariachi, siguiendo con el proyecto de creación de una serie de obras que se han realizado con esta música. Por supuesto que siempre incluimos artistas hispanos y/o de Latinoamérica; para la temporada de otoño de la Ópera de San Diego, por ejemplo, contaremos con la presencia del tenor sonorense Arturo Chacón Cruz.

TRABAJO. Foto: cortesía de Andrea Puente-Catán.

La responsabilidad de hacer ópera en español es nuestra, de los artistas y promotores hispanohablantes. En América Latina, en México, la creación artística y literaria es muy vasta —estamos sentados en la montaña de oro de la literatura latinoamericana—. Es momento de dejar de mirar a Europa y mirarnos a nosotros mismos, a nuestra creación y a nuestros grandes artistas.

“Ópera en español” es un puente entre México y Estados Unidos para el desarrollo de nuestra cultura, tanto en nuestro país como en la Unión Americana, de las comunidades de artistas y creadores de habla hispana de ambas naciones, una iniciativa con un profundo sentido social por México y por la ópera.

Por Andrea Puente-Catán

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