RUFINO TAMAYO

A 30 años de la partida de Rufino Tamayo; museo con su nombre cerrado por pandemia

Con el museo que lleva su nombre, cerrado al público, será hasta octubre cuando se recuerde al artista del que hoy se cumplen 30 años de su partida

CULTURA

·
“Prometeo trayendo el fuego a los hombres” (1958), sede de la UNESCO en París. Créditos: Foto: Especial

En el 30 aniversario de la partida de Rufino Tamayo, que se recuerda hoy, el museo que creó y que lleva su nombre, permanece cerrado al público. El espacio, ubicado en Chapultepec, es sometido a trabajos de remodelación que se planean concluir “a mediados de octubre”, cuando reabrirá sus puertas con una magna exposición del artista oaxaqueño, que incluirá “60 pinturas, muchas de ellas inéditas”.

Juan Carlos Pereda, subdirector de colecciones del Museo Tamayo Arte Contemporáneo, adelanta a El Heraldo de México que la exposición dialogará con piezas de los acervos, que el pintor reunió, de arte prehispánico y popular, principalmente juguetería y objetos cotidianos.

La intención de la muestra “es hacer visible para el gran público cómo Tamayo se nutre y encuentra su simiente en una raíz que es el arte prehispánico y luego en la continuación artística de diversos pueblos con el arte popular, y como Tamayo los estudia, y luego los traslada a un cuadro”, explica.

REMODELACIÓN. En 2012 se presentó otra retrospectiva.

Para Pereda, el cruce transversal entre ambos elementos, permitió al artista establecer un diálogo permanente con las vanguardias del momento y “crear un lenguaje único” que le mantuvo en la cúspide del arte mundial, primero cuando vivió 15 años en Nueva York y después, una década en París.

Ahora, “estamos solicitando obra a colecciones mexicanas, en donde hemos ido encontrando piezas que sabíamos que existían, pero que no están en las grandes antologías y libros que recogen la obra de Tamayo”, dice.

Las piezas, señala, permitirán ver “este interés que tiene por los futuros posibles en la conquista del espacio, la robótica, que tenía muy bien decodificado a partir de un texto de Ortega y Gasset, La deshumanización del arte, que aplicó conceptualmente a toda su pintura, desde los años 20 cuando el mismo Vasconcelos le regaló el texto”.

Por Luis Carlos Sánchez

PAL