Durante sus últimos días en la Tierra, Vladimir Nabokov se dedicó a hacer lo que mejor hacía: escribir. La vida no le dio suficiente tiempo para terminar su última obra que llevó por nombre "El original de Laura".
Esto llevó al autor, en su lecho de muerte, a pedirle a su esposa, Vera Nabókova, que le prometiera que quemaría su último manuscrito para que no fuera leído por nadie, ya que sería una obra incompleta.
Finalmente, Vladimir pereció un 2 de julio de 1977; sin embargo, su viuda no hizo caso a su promesa y, hasta 1991, fecha de su fallecimiento, conservó el último texto al que el ruso dedicó sus pensamientos y oraciones.
¿Por qué no se publicó antes?
Tras la muerte de la editora, los derechos de esta obra quedaron en manos de Dimitri, hijo de ambos. Durante décadas, el vástago tuvo que lidiar con el dilema de hacer lo que su padre pedía o proteger la obra del escritor.
De acuerdo con lo que el hombre narró a "Le Monde", batalló varios años para determinar si dar a conocer los fragmentos de esta obra en impreso, ya que una cosa era mantenerlos y otra muy diferente el publicarlos.
El texto estuvo guardado 30 años en una caja fuerte en Suiza, pero la idea de que nadie lo leería y terminaría por deteriorarse con el tiempo lo hizo tomar una resolución y comenzó a escuchar a las editoriales.
Esta obra no fue llevada a la imprenta sino hasta 2010, año en que se comenzó su distribución mundial. La última parte de la lucha de Dimitri fue decidirse por una casa editorial adecuada. Desde entonces, la obra ha sido llevada a todo el globo para que las personas del mundo puedan disfrutar de esta historia inconclusa, pero digna del escritor.