"Don't Stop Believin" es una de las canciones insignia de Journey banda que en los 80 haría que la gente se volviera loca con sus melodías de rock, pero poco saben la historia que está detrás de una de las canciones que es considerada por muchos una de las mejores de rock de la época.
La canción que fuera lanzada en 1981 como parte del álbum "Escape" fue escrita por Jonathan Cain, Steve Perry y Neal Schon, misma que a la postre sería considera por algunos expertos de música como una "canción de rock prefecta" y un "himno" que presenta uno de los mejores riffs de teclado de apertura de rock de todos los tiempos.
Pero todo, en especial el título de la canción surgió después de una charla padre e hijo, donde un joven músico viajaba a Los Ángeles en busca de llegar a lo más alto profesionalmente, pero que en esos momentos estaba considerando dejar todo atrás, ya que no veía la forma de cumplir el sueño de ser un músico reconocido.
La historia
Como ya mencionó anteriormente estamos hablando de una charla entre un padre y un hijo, pero para ser más preciso de un joven Jonathan Cain, tecladista de la banda, y su padre. Donde el integrante de Journey quería colgar los guantes en la carrera de música debido a que no tenía los resultados esperados, pero gracias a que su señor padre no dejó atrás sus sueños.
Ese mensaje de optimismo de un papá que quería que su hijo luchara por sus metas, fue el que hizo que Cain se olvidara de regresar a Chicago y continuar su carrera en la música, quien diría que 40 años después la canción sería una de las más emblemáticas del grupo y una de las más escuchadas por generaciones.
"Don't Stop Believin" fue una canción compuesta por todos los integrantes de Journey, pero la idea inicial surgió gracias a ese mensaje de optimismo que un padre le da a sus hijos cuando los ven desesperados y con ganas de abandonar lo que más les gusta. Ahora solo queda disfrutar de ella y esperar que la letra anime a más personas a luchar por sus sueños como lo hizo Cain en el ya lejano 1981.
dza
