GUANAJUATO

¿Hombres montados sobre dinosaurios? Conoce la historia del alemán que descubrió estas figuras en Guanajuato

La ciudad de Acámbaro fue el lugar donde Waldemar Julsrud se topó con un objeto de este tipo y se obsesionó

CULTURA

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Los figuras fueron localizadas en Acámbaro, Guanajuato (Foto: gastv.mx)Créditos: gastv.mx

Guanajuato fue el estado que hizo dudar todo lo que conocemos sobre la historia del hombre en las diferentes épocas en las que vivió, pues un simple objeto de arcilla conjugó dos eras: era un hombre sentado sobre un dinosaurio. Este hallazgo fue hecho por Waldemar Julsrud en el año de 1944. 

El alemán, aficionado a la arqueología, era parte de un grupo de extranjeros que llegaron a nuestro país y tras toparse con la figurilla se volvería famoso, pues se encontraba ante un hecho único. Sin embargo, quiso asegurarse de que todo marchara sobre ruedas y contrató a un ayudante, Odilón Trujillo, para encontrar más piezas y tener un sustento ante el gremio.

Fue así como puso manos a la obra y motivó a su "empleado" con pagarle la cantidad de 12 centavos de dólar por cada figura que localizara y entregara. Fue así como poco a poco le empezaron a llegar diversas figuras extrañas. Al final, su colección llegó a crecer hasta las 37 mil piezas, de acuerdo con México desconocido. 

Se dio a conocer el hallazgo, pero no ocurrió lo que esperaba

A pesar de que se dio a conocer el hallazgo de las figuras extrañas, que retrataban escenas de hombres con dinosaurios, no fue suficiente para que la comunidad de arqueólogos nacionales y extranjeros acudieran a él para indagar más al respecto. 

Pese a éste tropiezo decidió no quedarse de brazos cruzados y optó por dar a conocer su tesoro a través de dos publicaciones: un panfleto titulado "Enigmas del pasado" y en Los Angeles Times con "Hallazgos de México dan indicios de un mundo perdido", logrando acaparar la atención de propios y extraños. 

La cruda realidad y el nacimiento de un enigma

Charles C. Di Peso, director del Amerind Fundation de Arizona fue el primero en ponerse en contacto con Julsrud y le pidió permiso para inspeccionar la amplia colección de figurillas. Después de varios análisis le indicó que el color no coincidía con la cerámica de Chupícuaro, asentamiento que ocupó la zona de Acámbaro, lugar donde se encontraron las pequeñas esculturas.

Fue así como acabó con sus ilusiones, pues le dijo que las piezas no tenían los daños o desgastes característicos de aquellos objetos que llevaban cientos de años enterrados y fueron descubiertos. Por otro lado, mencionó que los responsables de la fabricación de las figurillas fueron los familiares de su ayudante Trujillo.

Sin embargo, la esperanza resurgió cuando el historiador Charles Hapgood se dedicó a investigar y defender el "tesoro" de su compatriota, al grado de poder montar una exposición con éste. 

Pasaron los años y las figuras volvieron a ser investigadas, ahora con exámenes de termoluminiscencia y el resultado los asombró, pues las ubicaba a año 2mil 500 antes de nuestra era. Por consiguiente, nació la duda y las indagatorias continuaron; fue así como en 1978 la Universidad de Pensilvania aplicó las tecnologías más avanzadas de la época y encontró que la antigüedad de las piezas no iban más allá del año 1930. 

Fue entonces cuando nació el misterio de la relación entre hombres y dinosaurios en una misma época; sin embargo, hasta el momento no se ha descifrado y parece que así continuará hasta que haya nuevos elementos científicos que arrojen la verdad.

Las figuras retratan una relación entre los hombres y los dinosaurios (Foto: travesiasdigital.com)

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