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Estos son los motivos por el que cambiamos el tono de voz al hablar con nuestros perros, según la ciencia

Descubre el papel del tono de voz en este vínculo especial con tu mascota.

Estos son los motivos por el que cambiamos el tono de voz al hablar con nuestros perros, según la ciencia
Comunicación, perro, mascotas Estos son los motivos por el que cambiamos el tono de voz al hablar con nuestros perros, según la ciencia. Fuente: Freepik

Hablarle a un perro con una voz diferente es una costumbre tan común como fascinante. Pero lejos de ser un simple hábito, este fenómeno responde a una adaptación natural que mejora la comunicación entre humanos y canes. Así lo afirma Eloïse Déaux, investigadora en comportamiento animal y neurociencias de la Universidad de Ginebra.

El estudio realizado por Déaux y su equipo analizaron centenares de vocalizaciones. De ese modo, establecieron cómo los humanos se dirigen a sus perros. Te contamos cuáles son las razones de esta comunicación.

Los perros nos entienden mejor al hablarle despacio, según la ciencia. Fuente: Freepik

Cómo se comunican los humanos con sus perros

Según dicho estudio, en la comunicación con los perros nos entienden mejor si les hablamos despacio porque nos acercamos a su propio ritmo de vocalizaciones. En los humanos este ritmo es, en promedio, de cuatro vocalizaciones por segundo, mientras que en el caso de los perros es de dos por segundo. “Los perros tienen un ritmo de vocalización más lento que los humanos, por eso, al hablarles, nos situamos en un punto intermedio», explica Déaux.

El estudio, basado en análisis acústicos de las vocalizaciones de perros y humanos, muestra que el ritmo principal de los animales es más pausado, lo que facilita la comprensión de nuestras órdenes. Además, se observó que las respuestas neuronales de los canes, a través de electroencefalografía (EEG), también se ajustan a este ritmo más lento de comunicación.

Los humanos nos hemos ajustado al ritmo de comprensión de los perros, y viceversa.
Fuente: Freepik

Según Déaux, la clave de este fenómeno no radica solo en la anatomía de los animales, sino en los patrones eléctricos del cerebro, conocidos como oscilaciones neuronales. Los perros, aunque no pueden producir sonidos articulados como los humanos, responden al habla humana gracias a estas oscilaciones. En los humanos, las ondas theta (4 a 7 Hz) están asociadas con la comprensión del habla, mientras que los canes procesan el lenguaje a través de ondas delta (0,5 a 4 Hz), que son más lentas. El estudio sugiere que esta capacidad de adaptación ha evolucionado a lo largo de los siglos. Los humanos nos hemos ajustado al ritmo de comprensión de los perros, y viceversa.

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