La orquídea puede ser considerada la planta perfecta para colocarla en el interior de nuestro hogar. Llama la atención por sus flores de hermosos colores que pueden darse hasta tres veces en el año. Su mantenimiento suele ser un tanto específico, pero te revelamos un truco de jardinero para su floración.
La floración de la orquídea suele ser algo compleja, se cree que luego de que ésta termina, la planta debe marchitarse y ser desechada, pero no siempre tiene que ser así. Vale destacar que su flor es muy poderosa y puede hacerlo nuevamente, siempre y cuando reciba los cuidados que necesita. La mayoría de estas plantas aman los ambientes claros, pero, no el sol directo. Por ello debes colocarla en un sitio con mucha luz ambiental, mientras más tenga de ésta, tiene más probabilidades de florecer.
¿Cómo lograr la floración de la orquídea?
Para que las orquídeas florezcan necesitan un contraste óptimo de temperatura en las semanas anteriores a la llegada de la primavera. El truco de jardineros profesionales es que durante las noches la expongas a una zona fresca, donde pueda recibir aire, mientras que en el día reciba calor y luz. El conjunto del contraste térmico, la luz, el abono y la humedad adecuada, ayudarán a que la floración de tu planta se estimule y vuelva a crecer sana y hermosa.
Una vez que la orquídea pierde las flores, entra en un periodo de reposo. En esta etapa es fundamental que la planta se recupere del gasto de energía que ha hecho durante la floración. Ahora empieza una nueva etapa con otros cuidados.
En ese sentido debes espaciar el riego un poco y cuando la vara floral se seque debes cortarla a ras de las hojas. Tras la floración es el momento de trasplantar la planta, en caso de que lo necesite. Busca una maceta de mayor tamaño y renueva el sustrato eligiendo uno específico para orquídeas. Es importante elegir una maceta transparente para que las raíces reciban la luz que requieren.