PANORAMA MODA

Inspiración o apropiación, esa es la cuestión en textiles y diseños

Querido lector, seguro te ha sucedido en alguna situación de la vida que alguien se tome el cr��dito por un trabajo que tu hiciste

TENDENCIAS

·
Diseñadores en tendencias para el buen uso de los textilesCréditos: Arte: Erik González

Querido lector, seguro te ha sucedido en alguna situación de la vida que alguien se tome el crédito por un trabajo que tu hiciste.

¡Qué coraje da! Obviamente sabes que la idea es tuya, y que el otro tenga que copiarte significa que está por debajo de ti, que es un halago que te copien, pero, eso no significa que no da coraje. Ahora puedes entender lo que experimentan los artesanos indígenas que llevan generaciones aprendiendo un oficio, ganando muy por debajo de lo que deberían, y de pronto una marca extranjera copia tal cual sus diseños, los usa en sus prendas y cobra precios estratosféricos, mostrándolos como la nueva tendencia. A esto se le llama, en el lenguaje común robo o copia, pero más bonito y elegante se le conoce como apropiación cultural.

Este término se refiere a la adaptación no reconocida o inapropiada de un elemento, una cultura o identidad, por miembros de otra. Es básicamente el uso, por parte de una cultura dominante, de un elemento de otra de una forma en que no respeta el significado original o no da crédito a su contexto, y lo utiliza en beneficio propio.

Entonces surge una fina línea entre la inspiración y la apropiación. Entre la libertad creativa y la falta de reconocimiento cultural. No es entonces un capricho de algunos diseñadores el usar elementos de otras culturas, producto de su inspiración, es un robo millonario.

Los textiles no solamente son un pedazo de tela bonito, cada pieza tiene una historia, un proceso cultural, un significado unido al proceso.  Se debe tomar en cuenta todo eso, así como el darle remuneración justa a la persona que lo realizó, aunque no sea el diseñador, hay que dignificar el trabajo de toda la cadena de suministros de la industria de la moda. Y te tengo buenas noticias, en México tenemos muchos diseñadores que así lo hacen, como Armando Takeda, quien en cada prenda pone una etiqueta con la fotografía y nombre de la persona que la intervino; Lydia Lavín, quien enseñó a más de dos mil indígenas un método para cobrar lo justo por su trabajo; Patricia Govea, Jasive Fernández, entre otros.

Hay dos casos famosos en este tema. En 2020, México acusó a la diseñadora Isabel Marant de explotar comercialmente diseños tradicionales de pueblos indígenas mexicanos en una de sus colecciones.

Y Carolina Herrera, en su colección Crucero 2020, mostró elementos de comunidades indígenas mexicanas, sin darles crédito. Bordados de comunidades otomíes de Hidalgo, sarapes de Saltillo, bordados del Istmo de Tehuantepec. Esta acusación la hizo la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, mediante una carta oficial.

Esto no es algo que sucede exclusivamente en México. La palabra clave es RESPETO. Apreciar el arte de los demás no como un capricho, sino como una obligación moral. Esta apreciación conlleva a varias obligaciones, entre ellas un pago justo y dar crédito al artesano.

Es urgente poner límites. Con estos actos hechos por la secretaria de Cultura se sienta un precedente importante, es un buen comienzo.

Pero también es importante organizarse y legalizarse.

UN EJEMPLO

En 2020 se acusó a la diseñadora Isabel Marant de explotar diseños de pueblos indígenas.

ILUSTRACIÓN: ERIK GONZÁLEZ

MAAZ