Los conocimientos de robótica están al alcance de todos, sin importar la condición económica, nivel académico e incluso la región en la que se vive, y por eso la ingeniera brasileña Ana Habib trajo a México un proyecto que ya fue probado en una zona indígena de Guatemala, para que los niños aprendan esta ciencia más fácil.
“Es un reto, ya que tienes que pensar en un mundo analógico, sin celulares, sin electricidad, sin agua caliente. Por eso, para que la tecnología sea accesible, hacemos una historieta deacuerdo a la cultura. En Guatemala elegimos zonas que han tenido menos intervenciones, como las fronterizas con México: Huehuetenango, Quiché. Inicialmente era mejorar los índices de comprensión de lectura y matemáticas, y después fuimos incluyendo la robótica y programación en los programas que tenemos”, dijo Habib en entrevista.
Se crearon materiales digitales y videos, los profesores que hablan los idiomas regionales antes de presentar la clase graban la voz en su lengua nativa. Además, los materiales usados para crear prototipos robóticos son cartón, madera, piedras e hilo. Así surgió el robot JJ (Juan José), que ha sido uno de los personajes que ha conquistado el corazón de los niños y les ha despertado el interés por aprender robótica y programación.
En México, iBot4Fun, empresa fundada por Ana Habib, ha becado a niños de escasos recursos para que cursen robótica. Por ejemplo, en Cuitzeo, Michoacán, uno de los beneficiados es el adolescente Osmar, quien ha resultado todo un genio para la programación.
“Inició con clases en línea durante la pandemia, los reportes de los maestros indicaron que era un excelente alumno, ha vencido cualquier dificultad física, emocional y hasta de conexión de internet, aún así participó en un concurso internacional. De 86 participantes, Osmar, de 14 años, ganó el vigésimo lugar a nivel mundial, en su categoría.
- Actualmente se trabaja para que los componentes utilizados de robótica sean creados en Jalisco.
- El reto es que la robótica educativa no sea costosa en el proceso y se preste mayor atención a los alumnos y sus necesidades de aprendizaje.
“Los niños aprenden que con rollos de papel, con tapitas pueden crear un prototipo en su casa. ¡Abrirles el universo! Eso nos sorprende de los alumnos, que sin importar si son de escasos recursos o si tienen condiciones privilegiadas, todos se enamoran de la robótica”.
PAL