Durante la Edad Media, un periodo que duró entre los siglos V y XV, la Santa Inquisición española persiguió a las brujas meigas, que no eran más que un grupo de mujeres que habitaban en Galicia y que hoy en día se presume fueron perseguidas y acosadas injustamente. Hoy te contaremos un poco de esta historia.
Por lo regular el tribunal del Santo Oficio cobraba indirectamente la vida de estas mujeres al argumentar que tenían un pacto con el demonio y haber practicado relaciones carnales con él, aun cuando hay autores y la misma iglesia ha querido minimizar estas acciones diciendo que la persecución nunca fue intensa.
¿Quiénes eran las meigas?
Estas mujeres eran curanderas, sanadoras y presuntas hechiceras, de un estrato social muy bajo, por lo que a veces hasta mendigaban, pero en la actualidad se les recuerda como seres horrorosos que vivían entre los bosques, pero en realidad no, sino que habitaban como cualquier persona de Galicia.
La iglesia sostiene que las sentencias nunca fueron tan cruentas como se dice hoy en día, salvo el caso de María Rodríguez, quemada viva, y el de Francisca do Río, condenada a cárcel perpetua en 1692 por tener "pacto y familiaridad con el demonio". Las demás eran sometidas a un “paseo de la vergüenza” y portaban un collar con nudos, el número de estos eran los azotes que recibían por sus pecados; a veces también se les castigaba con un destierro de entre dos y cuatro años.
Sin embargo, las acusaciones de la grey católica tenían consecuencias graves, pues estas mujeres, aun cuando algunas fueron declaradas inocentes, eran sometidas a tortura, eran colgadas o quemadas por la población, la cual las solía acusar de las tragedias acontecidas en la región.
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