Tradicionalmente en México, hablar de sexualidad se ha enfocado a prevenir embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual. En una sociedad en la que alrededor del 80% dice no haber recibido buena educación respecto a ella ni en la escuela ni en casa, el placer es un tema pendiente que por fortuna cada vez está más visible, se cuestiona y se trabaja para eliminar los tabúes.
Para sumar a lo anterior, un estudio indicó que a más hombres que mujeres les dijeron que el sexo y el placer van de la mano, lo que impacta de forma directa cómo se viven los encuentros eróticos. En contraparte, el 61% de los hombres recuerda su primera relación sexual como placentera, mientras que el 60% de las mujeres la recuerda como mala.
A partir de los datos anteriores, en el mismo estudio las personas resaltaron la importancia de hablar del consentimiento al tener intimidad con una pareja y se reflejó la brecha entre hombres y mujeres que también existe en el placer sexual.
Un problema de hombres y mujeres
De forma general, el mundo se ha dividido en dos: hombres y mujeres, blanco y negro, bueno y malo, etc., y dentro de este binarismo se han construido conceptos determinantes que dictan “lo que debe ser”. En cuanto a la sexualidad se tenía el entendido de que las mujeres no debían buscar sentir placer, pues el fin de sus relaciones sexuales era procrear; por su parte, los hombres debían responder a sus instintos, enfocados en sentir placer al máximo, cuando sea, como sea y casi, con quien sea.
Los roles de género despersonalizan a las y los individuos, al grado de encasillarlos de diferentes maneras. Es importante continuar y apoyar el cambio de estos paradigmas para que se normalice aún más el que una mujer puede sentir placer y disfrutar de una sexualidad libre, así como un hombre puede mostrarse vulnerable. Además, estos roles dejan fuera a muchas otras personas no binarias que tienen el mismo derecho a disfrutar y experimentar su vida sexual.
¿Placer inculcado o aprendido?
El estudio de Platanomelón indicó que a más hombres que mujeres les dijeron que el sexo y el placer van de la mano, lo que impacta de forma directa cómo se viven los encuentros eróticos, sobre todo, la primera vez. Esto se refiere a la educación general que se imparte de acuerdo al sexo de las personas, no al género con el que se identifican.
Haciendo esta diferenciación, las personas heterosexuales y homosexuales iniciaron su vida sexual un año después que las personas bisexuales, 18 y 17 años respectivamente. Y en cuanto a la masturbación, las personas heterosexuales empezaron a masturbarse más tarde que las personas bisexuales y homosexuales.
Primera relación sexual ¿quién la disfruta más?
En cuanto a la primera relación sexual, las personas que la calificaron como “buena, divertida y placentera”, se masturbaron a menor edad e iniciaron su vida sexual más tarde que quienes la calificaron como mala.
Específicamente, tanto hombres como personas no binarias, con el 59% y el 61% respectivamente, recuerdan que fue placentera. Las mujeres tuvieron más probabilidad de decir que su “primera vez” fue mala o no fue lo que esperaban, esto se mostró en el 60% de ellas, mientras que sólo el 40% lo recuerda satisfactorio.
Sobre sentirse pleno o plena sexualmente, la mayoría de las personas menciona estar trabajando en ello: hombres, mujeres y personas no binarias muestran esta respuesta arriba del 60%.
Las personas entre 45 y 30 años son quienes se sienten totalmente plenas; por otro lado, quienes respondieron que definitivamente no lo están fueron mujeres con el 6%, mientras que los hombres fueron el 5%, y personas no binarias 4%.
Visibilizar estos temas a través de la educación sexual es muy benéfico para la sociedad, pues ayuda a experimentar de manera segura e informada los encuentros y el placer, lo que impacta de forma directa al autoconocimiento, el autoestima y la salud de las personas.
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