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7 Consejos para retomar la SOCIALIZACIÓN después de la PANDEMIA y decir adiós a las videollamadas

El confinamiento y el aislamiento provocado por la pandemia ha dejado estragos en nosotros y retomar la socialización será un camino de paciencia y empatía

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La pandemia obligó a comunicarnos con videollamadas, algo que quedará atrás cuando se pueda volver a conversar cara a cara. Foto: PixabayCréditos: Pixabay

¿Cómo retomar la socialización después de la pandemia? Es una pregunta que puede surgir en cualquier momento ahora, o quizá ya te la hiciste en alguna etapa de la pandemia por coronavirus. Lo que es hecho, es que tras sucesivas cuarentenas que nos han obligado a estar en casa y cuidarnos del contagio, la capacidad para socializar se ha adaptado y cambiado nuestra forma de desarrollarnos con familiares, amigos o compañeros de trabajo.

Por lo tanto, el confinamiento y el aislamiento provocado por la pandemia ha dejado estragos en nosotros y retomar la socialización será un camino de paciencia y empatía.

Para entenderlo mejor, aquí te decimos algunos consejos que pueden ser de gran ayuda para llevar mejor este proceso personal y grupal, mismos que funcionan muy bien para mejorar en tu comunidad.

Reduce el lenguaje corporal

La experta en sociolingüista, Jennifer Dorman, explica estos 7 consejos para que las personas puedan adaptarse mejor en la etapa post pandemia.

La mayoría de nosotros hemos pasado gran parte de los últimos meses delante de una pantalla, trabajando y socializando de manera digital. Durante este periodo de cambios extremos en nuestras prácticas comunicativas, el lenguaje corporal ha adquirido un nuevo significado y una importancia mayor de la que tenía antes de la pandemia.

Utilizamos gestos que acompañan a nuestras palabras, como el uso de las manos, la postura corporal o las expresiones faciales, de forma más exagerada y evidente. ¿Pero por qué?

  • Las señales más sutiles o el contacto visual no funcionan igual en el marco de videollamadas, donde no se perciben muchos detalles o matices y existen constantes desfases en la transmisión.

  • Cuando volvamos a un entorno físico y no virtual, tendremos, por lo tanto, que estar atentos a readaptar nuestro lenguaje corporal a situaciones en las que interactuemos cara a cara.

La forma exagerada de gesticular que hemos adoptado inconscientemente durante el confinamiento podría, según el contexto, resultar demasiado intensa o dramática en la vida real. Debemos recordar que resulta mucho más fácil captar las pequeñas señales cuando se está cara a cara y, por ello, debemos ajustar nuestro lenguaje corporal a las circunstancias.

Establece contacto visual

Detente a pensar en todo lo que podrías decirle a alguien sin pronunciar ni una palabra. El contacto visual es una herramienta potente y fundamental a la hora de comunicarse, establecerlo de forma adecuada es esencial para conectar con tu interlocutor y resulta fundamental para hacer que alguien se sienta comprendido o escuchado durante una conversación.

Por desgracia, tras un poco más de un año de videollamadas, puede que el contacto visual nos resulte un tanto extraño o que no le demos la importancia que realmente se merece.

  • Es importante mantener cierto contacto visual a lo largo de toda la conversación. Esto ayudará a tu interlocutor a entender que estás «ahí» y que te sientes cómodo. Tú mismo te sentirás más conectado con la persona.
  • Quizá tengamos que superar un sentimiento de ansiedad o incomodidad al intercambiar miradas con un interlocutor, ya que mirar a los ojos a una imagen durante una videollamada no supone la misma conexión emocional que hacerlo cara a cara. Acostúmbrate al contacto visual en persona, te sentirás más cómodo.

Aduéñate de los antiguos modos de comunicación

Como lo explica Jennifer Dorman, sociolingüística en aplicación de aprendizaje de idiomas Babbel, muchas personas han experimentado la "fatiga por videollamada". Esta sensación de cansancio se debe al hecho de que interpretar el lenguaje corporal en videollamadas requiere de mucha atención y energía. A esto se suma la sensación de que todos los participantes nos están mirando directamente, por ende nos sentimos expuestos.

Queda por comprobar si seguiremos sintiéndonos así una vez que volvamos a interactuar en persona.

  • Para anticipar y combatir esta sensación, podemos enfrentarnos con serenidad a estas formas de intercambio social. Empieza por interacciones individuales, para acostumbrarte a las conversaciones en persona.

Aprender a ser informal

La mayoría de las videollamadas ahora son programadas y de trabajo, por lo que las que son informales y espontáneas han disminuido. Esto ha pasado para enlaces con amigos o familia, todos van a la agenda. Estas nuevas reglas pueden conducir a lo que se conoce en inglés como el síndrome de "maximising our time".

Este consiste en esperar y exigir que cada conversación se rija por un orden del día y desemboque en acciones concretas o soluciones, olvidando lo casual y natural.

  • No es necesario que cada conversación que mantengas sea productiva e interesante y tenga como meta solucionar un problema.
  • Intenta abandonar este hábito, si lo has adquirido, y sentirte cómodo con conversaciones más relajadas y menos estructuradas.

Domina el arte del small talk o conversaciones triviales

Un elemento clave para volver a disfrutar de situaciones informales y relajadas es mantener conversaciones triviales, más en lugares como gimnasios, parques o bares vuelvan a abrir y podamos socializar con extraños o conocidos.

  • Saber con anticipación qué temas debemos evitar o son tabúes puede ser de gran ayuda al hablar con personas nuevas.
  • Recuerda que temas como la cultura pop, el deporte o simplemente el tiempo son siempre una excelente opción, ya que evocan experiencias y conocimientos universales.

Escucha a tus interlocutores

Volver a socializar en persona nos va a suponer ciertos esfuerzos y ajustes. Quizá haya entornos mucho más ruidosos, rodeados de muchas personas y en medio de varias conversaciones simultáneas, algo que tu cerebro ya no está acostumbrado.

  • Esfuérzate por escuchar y mostrar un interés sincero. Explora los límites de tu curiosidad, haz preguntas abiertas, esas que no se pueden contestar con un «sí» o un «no». Así, darás espacio a tu interlocutor para que hable de sí mismo y conectarán mejor.

Recuerda que es normal sentirse incómodo

Es posible que tengas una sensación de malestar al reencontrarte con familiares y amigos. No te preocupes, es algo normal y se debe a la falta de comunicación cara a cara del último año, enfocada a las reglas ya comentadas sobre las videollamadas.

Las conversaciones "prepandemia" volverán pronto. Si sientes que te cuesta trabajo, relájate, es algo que se conoce en inglés como "FOMA", es decir, "the fear of meeting up again" o "el miedo a reencontrarse". De la misma manera que conseguimos adaptarnos a nuevas formas de comunicación durante el confinamiento, también nos readaptaremos a las interacciones cara a cara. Sé paciente e intenta tomártelo con calma