Arqueólogos realizaron lo que ya han calificado como un descubrimiento “extremadamente raro”, pues se trata de un huevo de gallina de aproximadamente mil años de antigüedad que se rompió mientras era retirado, aunque esto no impide que se puedan realizar nuevos estudios.
El huevo fue descubierto en la ciudad de Yavne, en Israel, por un grupo de arqueólogos mientras realizaban investigaciones en un pozo de aguas residuales domésticas. El huevo se encontraba intacto, aunque tenía una grieta por la que se había escapado parte de su contenido.
La fosa en la que fue encontrado es del periodo islámico, los investigadores explicaron que el huevo se habría podido mantener en ese estado debido a los derechos en los que se encontraba, pues indicaron que se trataba de “secreciones humanas blandas”.
El doctor Lee Perry Gal, arqueólogo de la Autoridad de Antigüedades y un antiguo especialista en aves de corral mundial, indicó que son pocos los huevos de avestruz que se encuentran enteros ya que sobreviven gracias a su cáscara gruesa.
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“Es increíble pensar que este es un hallazgo de mil años de edad. La preservación única del óvulo parece deberse a las condiciones en las que se vecina durante siglos: una cama blanda en un agujero séptico, que aparentemente contenía secreciones suaves humanas, que protegíamos”, dijo el doctor.
Estudios de ADN del huevo
Aunque los arqueólogos tuvieron especial cuidado al manipular el huevo de gallina, éste se rompió al momento de sacarlo del lugar en el que se encontraba, pues además tenía algunas grietas por las que había salido casi todo su contenido.
Sin embargo, aún conservaba parte de la yema que será usada para realizar estudios de ADN. También indicaron que aunque la cáscara del huevo estaba rota, una vez en el laboratorio lograron restaurarlo por completo.
Con información de medios
cvg