Rosario Castellanos nació en la Ciudad de México el 25 de mayo de 1925 y, hasta el momento, es considerada una de las escritoras más importantes del país. Después de que su hermano y sus padres fallecieran, Rosario encontró en la escritura una forma de plasmar sus sentimientos y desahogarse de la tragedia que le había ocurrido. Gracias a ello, se convirtió en la primera mujer escritora de Chiapas, región que habitaba junto a su familia.
Después de un inicio exitoso en el mundo de las letras, Rosario decidió mudarse a la Ciudad de México y estudiar una maestría en filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México, donde conoció a personajes como Ernesto Cardenal y Jaime Sabines, quien fue uno de sus más grandes amigos. Para 1901, Rosario ya se encontraba en la Universidad de Madrid, donde estudió estética.
El inicio de su carrera
Durante algunos años, Rosario Castellanos escribió para el periódico Excélsior, en donde comenzó su lucha por los derechos de las mujeres. Gran parte de su obra está basada en el feminismo, por lo que es considerada una representante de este movimiento en Latinoamérica. Sin embargo, al tener una historia personal llena de tragedias, Rosario también padeció una fuerte depresión que la acompañó desde pequeña.
Gracias a su trayectoria y a su talento, Rosario Castellanos logró ocupar cargos como la Dirección General de Información y Prensa en la UNAM, docente en las universidades de Wisconsin, Colorado e Indiana y hasta diplomática en la embajada de Israel. Su primer libro fue la novela “Balún Canán”, aunque se inició en la literatura como poeta.
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Sus obras más importantes
La trayectoria de Rosario Castellanos acumula la publicación de once poemarios, tres novelas y algunas otras publicaciones entre las que se encuentran cuentos, ensayos, textos periodísticos y hasta obras de teatro en los que buscaba destacar la importancia de la mujer en la sociedad y los problemas a los que se enfrentaba el género en esa época.
A pesar de que podría pensarse que el contenido de sus obras habla únicamente de sus sentimientos y tristezas, es posible encontrar un trasfondo político importante en el que no solo reflejaba la situación del momento, sino que también exponía los problemas derivados de la sociedad patriarcal que tanto criticaba.
Mientras era embajadora de México en Israel, la vida de Rosario terminó de una forma tan inesperada como trágica, pues fue víctima de una descarga eléctrica. Las versiones respecto al accidente son dos. La primera es que estaba saliendo de bañarse cuando contestó el teléfono y la segunda que intentó colocar una lámpara que estaba mal aislada. Sin embargo, lo repentino de su muerte provocó que Rosario fuera objeto de especulaciones, como que la escritora había sido víctima de un asesinato.
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