En el estado de Chiapas, hay un lugar que, además de ofrecer paisajes espectaculares y la posibilidad de convivir con la naturaleza, también está lleno de secretos por conocer y de la magia que caracteriza al territorio.
El Cañón del Sumidero es un estrecho de gran profundidad, con un acantilado cuya altura es superior a los mil metros sobre el nivel del mar, se levanta sobre el cauce del río Grijalva, que cuenta con una profundidad mayor a 250 metros.
Esta imponente obra de la naturaleza comenzó a formarse hace 70 millones de años, aproximadamente, debido a los movimientos tectónicos conocidos como Horts-Garben.
Hace 15 millones de años, las aguas marinas se retiraron de la región y las montañas comenzaron a erosionarse, lo que dio origen a la formación actual del Cañón. Aunque, su proceso todavía no se ha detenido y continúa abriéndose dos centímetros cada año.
Parque Nacional
La zona abarca los municipios Nuevo Usumacinta, Chiapa de Corzo, San Fernando y Tuxtla Gutiérrez. Este último se encuentra a solo cinco kilómetros de distancia del acceso. Para apreciarlo se construyeron cinco miradores: La Ceiba, La Coyota, El Roblar, El Tepehuaje y Los Chiapa.
En 1980 el Cañón del Sumidero fue nombrado Parque Nacional, gracias a su riqueza ecológica; pues aquí habitan especies en peligro de extinción, entre los animales que forman parte de la lista de protección están los monos araña, cocodrilos de río, ocelotes, pericos verdes, pelícanos cafés y osos hormigueros.
El jaguar como deidad
El Cañón también es hogar de jaguares, una de las especies más emblemáticas de nuestro país que, actualmente, recibe mayor atención en los programas de conservación. Además de la importancia que representa para el cuidado del ecosistema, es una de las figuras más importantes en la cultura chiapaneca.
Para los mayas, el jaguar era símbolo de poder. El mismo dios del Sol se transformaba en jaguar para poder viajar por el mundo de los muertos al anochecer y se cree que la piel moteada del felino es una representación de las estrellas.
El jaguar es uno de los personajes principales en las danzas de varios grupos étnicos, como la del Gigante o la Danza del Calalá.
La sombra del jaguar
La esencia mítica de jaguar en Chiapas puede observarse en diferentes muestras de arte, en los rituales de los pueblos y en las leyendas que se transmiten de generación en generación, como aquella que asegura que, en el Cañón del Sumidero, se puede observar un jaguar gigantesco que desciende al río a tomar agua.
La historia se debe a una ilusión óptica entre las rocas del Cañón y la luz del sol, pues, presuntamente, se puede ver reflejada la silueta de un jaguar gracias al juego de sombras que se refleja en el acantilado.
La fotografía que comprobaría esta historia circula en plataformas digitales desde el 2020. Sin embargo, durante los últimos días se ha viralizado y se ha comparado el efecto de luz con lo ocurrido en la zona arqueológica de Chichen Itzá, donde se puede observar el descenso de la serpiente emplumada.
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