Hace unos días, hablábamos de los costos mensuales del presupuesto familiar, cuando de pronto surge la polémica, al tocar el tema del gasto en relación con todo lo que se necesita para “ser bonitas”.
Para mi sorpresa, no sólo es una cantidad significativa, si no que también indispensable, ya que la mayoría de nosotras acordamos que, si tuviéramos que elegir entre diversión vs. belleza, sacrificaríamos la diversión. ¡Qué fuerte!
La belleza no es una mera cuestión de vanidad, es parte de nuestra naturaleza humana.
Nuestro cerebro reacciona ante ésta, al quedar reflejada en uno de los centros de placer segregando serotonina y dopamina, las hormonas de la felicidad. En pocas palabras, nos hace sentir bien. Es por esta razón que la neurociencia afirma que puede ser adictiva.
Los cánones de belleza cambian a través del tiempo, y lo que ayer era considerado divino, quizás hoy no lo sea. Por ejemplo: durante el renacimiento, tanto La Venus, de Botticelli, como La Mona Lisa, de Leonardo da Vinci, nos dejan ver que el ideal de la mujer de la época eran las siluetas voluminosas, mientras que el pintor barroco Peter Paul Rubens las plasmaba de cuerpos robustos y redondos. Lo que hoy sería una talla 10 o 12.
Siglos más tarde, en los años 40, la estrella de Hollywood Liz Taylor protagoniza el molde ideal, y en los 50, la icónica, Marilyn Monroe, con caderas prominentes, cintura de avispa y piernas torneadas, era el arquetipo inalcanzable. En los 90, recuerdo haber estado obsesionada con la modelo Kate Moss, quien con su delgadez extrema provocó que miles de chicas (incluyéndome) acudieran a intensas dietas para ser talla 0.
Hoy nos matamos haciendo ejercicio para tener cuerpos delgados pero muy tonificados.
PERCEPCIÓN
Se busca el cuerpo realista
PASA EL TIEMPO
- Los estándares en la historia han cambiado: desde cuerpos voluminosos hasta delgadez.
LA AUTORA MENCIONAR
- Resulta difícil dejar en manos de la suerte genética encajar en los cánones de belleza.
COMPRAR
- Nuestro país está en el top cinco que más consumen productos de belleza.
3º lugar ocupa México en cirugías estéticas.
La buena noticia es que las nuevas generaciones se inclinan más por un estereotipo realista, que represente la diversidad y la inclusión. Esta tendencia podría moldear los estándares de belleza del futuro, hacia la verdadera aceptación del ser. Mejorar lo que soy por salud vs. cambiar, porque no me parezco a la chica de la revista. Me parece que es buen momento para reflexionar el tema, soltar la obsesión por la belleza perfecta, para mejorar la relación con nuestro cuerpo.
POR LUISA PEÑA
@luisapena.mx
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