Desde hace años, a la fecha, las personas evitaban caminar a solas por las cercanías a las obras monumentales por la noche. No por que les resultara inseguro (en cierta medida sí), sino porque se dice que en se acostumbra enterrar vivos o emparedar a algunos incautos para que sus espíritus atrapados, sostuvieran la estructura.
En las culturas mesoamericanas el desplante de cada templo iba acompañado de espeluznantes ceremonias, donde los cautivos eran enterrados vivos. Se creía que tan espantosa muerte atrapaba el alma en la estructura y evitaba que esta se derrumbara aunque ocurrieran sismos como los del 1985 o 2017.
Pero esto no es exclusivo de los mesoamericanos, pues en muchos monumentos antiguos, incluyendo el antiguo Egipto, se han localizado entierros de personajes menores cuya sepultura sugiere que eran sirvientes o lacayos del señor o señora, al que fueron dedicados estos monumentos. A la fecha, las colosales estructuras continúan de pie ¿será casualidad?
¿México se escapa de esta leyenda?
En obras dentro de la Ciudad de México, el Estadio Azteca es punto de este tipo de leyendas urbanas; se habla de personas enterradas vivas. Más espeluznante aun, fue el hallazgo durante las obras de restauración en Puente Cavadas, Michoacán de cuerpos de niños presumiblemente enterrados vivos durante la construcción del puente en el siglo XIX.
En conventos religiosos, uno de los más populares es el de Santa Rosa, en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, donde han sido encontrados restos de mojas. Algunos de los mitos rezan que el Diablo es quien se le aparece al encargado de la obra para proponerle el trato que básicamente es un intercambio, una persona viva a cambio de que la construcción resista.
Posibles causas que justifiquen los hallazgos
Es posible encontrar cadáveres en obras antiguas, y no siempre por ritos atávicos. El concepto de seguridad industrial no existía e incluso ahora a los organizadores de obra les cuesta trabajo visualizar los aspectos de seguridad en la construcción.
Los accidentes ocasionados por el desplazamiento de maquinaria pesada y materiales dentro de la obra ocasionan lesiones al personal que con frecuencia acaban en decesos. Y existen obras en las que por su dificultad no es posible recuperar los cuerpos.
Con información de medios / EFE
lhp