PANORAMA SOCIAL

Kip Dodds, un florista exquisito

Una maceta un poco sucia, flores de campo y velas de canela y clavo para Lady Di

TENDENCIAS

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UN FLORISTA EXQUISITO. Foto: Jesús AldebaranCréditos: Foto: Jesús Aldebaran

KIP DODDS,  el paisajista británico y florista de la fallecida princesa de Gales nos abre las puertas de Bellasombra, su mansión sevillana.

Cercano, sencillo, humilde de corazón y un reputado artista del mundo de las flores. Hablamos con Kip Dodds, un elegante ciudadano británico con corazón sevillano, ciudad donde ha fijado su residencia junto a su mujer, Eli Urioste, y Mateo, el hijo común de la pareja. Este inglés es un reconocido  paisajista de la jet británica y fue florista personal de la añorada y maravillosa Diana de Gales, con la que trabajó estrechamente. Stella McCartney, Mick Jagger, Jerry Hall o el prestigioso arquitecto Lord Norman Foster, conforman la lista de sus clientes más VIP. Pero fue la duquesa de Cornualles su clienta más especial y confió en Kip Dodds para sus ocasiones más especiales.

Lady Diana delegó en este apuesto británico como profesional, mentor y consejero para todos sus arreglos y obsequios florales, y decoración. Hablamos desde la BellaSombra, su refugio sevillano, un lugar mágico y la mansión en la que vive y gestiona desde hace unos años junto a su esposa. El jardinero de la princesa más elegante del siglo XX abrió las puertas de su residencia en exclusiva a El Heraldo de México. Nos platicó de cómo fue su encuentro con la princesa y a la que recuerda con mucho cariño: “Era una persona amable, energética, cordial, cariñosa y magnética. Se esmeraba por hacerte sentirte bien”.

-Como un paisajista tan reputado dejaste Reino Unido y te instalaste en Sevilla, ¿qué te atrajo de esta ciudad?

-La principal razón fue mi mujer Eli y regresar a Sevilla, lugar natal de mi esposa. El hecho de volver a la capital andaluza era un plan que teníamos cuando tenía 40 años, quería dar un cambio en mi vida y cuando los cumplí pensé que era el momento ideal para llevarlo a cabo y así fue. Cuando llegue a Sevilla no estaba en mis planes dedicarme a la jardinería, la idea era hacer algo diferente pero nunca pasó. Cuando nos mudamos a la BellaSombra me volví a interesar por el mundo de la jardinería y a día de hoy es algo con lo que me siento feliz. 

Foto: Jesús Aldebaran

-Mick Jagger, Jerry Hall o Paul Mc Cartney forman parte de la lista de sus clientes más Vip, ¿qué excentricidades le pedían o se dejaban aconsejar por tu buen gusto y exquisitez?

-Un poco de las dos. Tenía una reputación en el mundo de las flores de hacer cosas poco convencionales. La gente venía para pedirme flores para funerales y los mandaba a otras personas que se dedicaban a eso. No hacía cosas que no me gustaban. Los artistas hacemos lo que nos gusta.  Había clientes que me daban total libertad para hacer lo que quisiera y otros no.

-Pero sin duda la cliente más real que tuvo fue la princesa Lady Diana, ¿cómo y quién contactó contigo para trabajar codo con codo con la princesa?

-Fue el mayordomo de la princesa, Paul Burrell. Fue él elprimer contacto. Pasaron por mi floristería de camino al colegio de los príncipes Guillermo y Enrique. Un día entró y Paul me preguntó si estaba interesado en prepararle algún ejemplo de lo que hacía para mostrárselo a la princesa. Lo hice y le mandé un pequeño arreglo floral muy pequeñito. Le mandé una maceta que no estaba limpia, tal como la tenía en la tienda. A partir de entonces esta fue la primera toma de contacto. Tanto le gustó mi trabajo a Lady Diana que regularmente iba al palacio de Kesington. Le mandaba arreglos florales enormes,  los separaba y del grande hacía unos más pequeños y los ubicaba en diferentes estancias. Regalos florales que les mandaba a sus amistades.

-¿Cómo era en las distancias cortas Lady Diana? ¿Qué tipo de flores le gustaban?  ¿Qué significaban las flores para ella? ¿Cuál eran sus preferencias, colores, manías…?

-Le encantaban las flores que desprendían mucho olor, era lo que más le atraía. Era lo más destacable. Hacia muchas visitas a los hospitales y me encargaba de realizarle muchos bouquets de flores para sus visitas a los centros hospitalarios. Lady Diana no era complicada para las flores. La princesa era muy diferente en público a como era en las distancias cortas. Era muy accesible y normal, la veía a menudo y con un contacto profesional. Era cálida, amable, magnética, que se esmeraba por hacerte sentir bien. Era un ser excepcional.

-Las flores dan vida y alegría, y son un mundo explosivo de buenas vibraciones. ¿Utilizaba la princesa tus servicios para ocasiones especiales o era una gran amante de las flores y las necesitaba para recibir energía y alegrar su alma?

-Las flores las utilizaba para uso personal como para enviarlas a las personas. Era una gran amante del mundo de las flores. Cuando tenía invitados siempre tenía de regalo flores para que sus invitados se las llevaran a sus casas y también unas velas de canela y clavo con cinco mechas en unos recipientes de terracota con la D de Diana. Las flores eran muy importante en su vida.

-¿Cuál fue el proyecto más complicado que Lady Di te encargó?

-No hubo complicación ninguna al trabajar con Lady Diana, nunca tuvo ningún problema de entendimiento. Trabajar con la princesa fue algo maravilloso y muy fácil, todo funcionaba sin complicación ninguna.

-¿Algún admirador le encargó en alguna ocasión un ramo de flores para Lady Di?

-Una pregunta muy interesante. Creo que no. La razón de ello es que nunca estuve en ese grupo de personas.

-¿Se identifican las flores con la personalidad?

-Pienso que no. Lo que hay son modas, flores blancas, el tipo de flores o el color. No hay una flor en particular que describa a cada persona.

-El pasado uno de junio la princesa hubiera cumplido 60 años ¿con qué flores te hubiera sorprendido?

-Es difícil. No creo que fuera muy diferente a lo que solía prepararle. Algo simple, pequeñito, sencillo. Adoraba el campo, la sensación de libertad. Le divertía, como a mí, mezclar sin prejuicios, flores, frutas, bayas… Tenía un punto de irreverencia muy natural.

-Tenías tanto trato con ella y la conocía tan bien. ¿Cómo crees que hubiera reaccionado al revuelo que hay entre la Casa Real inglesa y los duques de Sussex?

-Es difícil saberlo y contestarte a esto porque el pasado condiciona al presente. Cuando su madre murió todo cambió en él (Príncipe Harry). Para ser sincero es difícil darte mi opinión personal a este respecto. Definitivamente lo apoyaría en cualquier decisión estuviera o no de acuerdo. Hubiera estado cien por ciento apoyando a su hijo en cualquier decisión que tomará.

-Ahora estás al frente del proyecto BellaSombra, en Sevilla, un rincón situado en un sitio emblemático, a un paso de la capital andaluza. Puedes contarnos sobre este proyecto…

Foto: Jesús Aldebaran

-La idea de esta casa es disfrutarla al máximo. Pero la idea es explotarla para organizar fiestas y eventos. Nuestra intención no fue dedicarnos a organización de bodas pero ha ido surgiendo y va tan bien el proyecto que ahí seguimos con mucho trabajo. El objetivo es que con todo lo que estamos haciendo en este maravilloso rincón sevillano es que la próxima persona que viva ahí tenga un recuerdo mío o un sello especial de Kip Dood en BellaSombra. Igualmente, el proyecto de la galería de arte en BellaSombra es dejar mi sello artístico. Estamos intentando ampliar las actividades culturales. Nos gustaría que la gente que venga disfrute de este espacio y de nuestra casa.

- Lord Norman Foster también contactó contigo para sus servicios profesionales, ¿cómo fue trabajar con un grande de la arquitectura moderna?

-Trabajé para Lord Norman Foster algo más de ocho años. Le hice la boda con su tercera mujer. Colaboré con Norman para sus jardines y las flores de la casa. Acondicioné el jardín de su casa en Compton Bassett (Wiltshire). Norman se enfoca mucho en lo que hace y se centra en lo suyo. Estuve un buen tiempo trabajando con él.

-Tu trabajo en el funeral de Linda McCartney fue muy desafiante por la complicación del trabajo.

- Quería entregar a todos los invitados al funeral flores o plantitas vivas de nardos. Colaboré con el florista personal de Linda McCartney, con el que trabajé mano a mano en su último adiós. Pero también puse mi sello personal en proyectos muy interesantes y gratificantes como la boda de Stella McCartney, varias fiestas de los Rolling Stones o el jardín de la aristócrata Fiona Thyssen. Una oportunidad que hizo sentirme muy orgulloso de mi trabajo y de saber que todos mis clientes quedaron contentos y satisfechos con mi obra. 

Por Verónica Benjumeda

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