BOND HILL

Bond Hill, el niño de cinco años de alma dadivosa que cambió la Navidad

Con solo cinco años de edad, Bond Hill decidió recaudar fondos para niños en situación de calle y darles una alegría en Navidad

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HERENCIA. La meditación fue una práctica que adquirió de su madre, quien cree en la fuerza de la energía Zen. Foto: Especial Créditos: Foto: Especial

Su voluntad es mucho más grande que su corta edad. Al saber que hay niños en situación de calle que no podrían pasar una feliz Noche Buena, sin un hogar, sin cena en familia ni regalos de Navidad, el pequeño Bond Hill de solo cinco años se sintió muy afligido y esta preocupación lo motivó a hacer algo que cambiara la difícil situación de esos pequeños.

Aun cuando es obvio que él no cuenta con ingresos, sus padres lo motivaron a hacer lo que más le apasiona: una sesión de una clase de meditación guiada, por medio de redes sociales, en la que, además de realizar este ejercicio, los participantes pudieran donar para esta causa.

Pese a su corta edad, el pequeño Bond tiene tres años de experiencia en la práctica de la meditación, por lo que sus padres lo motivaron a hacer un live stream en donde él guiara esta clase, con la meta inicial de que los participantes pudieran apoyar a su causa, que tenía una meta límite de 2 mil dólares, pero al dar a conocer su iniciativa, no imaginó que la respuesta rebasaría sus expectativas pues antes de que se cumpliera el plazo, del 20 de diciembre, los participantes ya habían reunido 28 mil 509 dólares por medio de la plataforma GoFundMe.

Así, este pequeño que estudia el kínder se conectó por medio de un video en vivo y por 24 minutos guió una clase muy especial, que dedicó a uno de sus ídolos: el ex basquetbolista Kobe Bryant (qepd) quien falleció a inicios de este año y, de quien Bond sabe, también practicaba la meditación.

Para el pequeño Bond, meditar por casi 25 minutos se convirtió en un récord personal, pues lo máximo que había practicado habían sido 15 minutos y, gracias a una motivación tan especial, rompió sus propias barreras.

Todo el dinero que un pequeñito de preescolar con una gran empatía y sensibilidad recaudó se entregó a la fundación Coalition for the Homeless.

POR KATYA LÓPEZ CEDILLO