FUGA DE CEREBROS

Ciencia forense en México: Mitos y realidades del llamado efecto CSI en materia criminal

En materia forense, aún falta entender el panorama de esta ciencia en nuestro país y evitar caer en comparaciones con las series criminales

TECNOLOGÍA

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Hace falta conocer más sobre la labor de los forensesCréditos: Especial

¿Te gusta ver cadáveres? ¿El trabajo es como en la televisión? Son algunas de las preguntas que recibimos habitualmente quienes nos dedicamos a la ciencia forense. Para su tranquilidad, hasta la fecha sólo he conocido a colegas que actúan con profesionalismo y respeto cuando están ante el cuerpo de una persona fallecida. Pero, ¿de dónde vienen estas preconcepciones?

Podemos atribuir parte de la culpa a los procedimentales televisivos que han moldeado la percepción que existe sobre la ciencia forense, creando estereotipos sobre los alcances y limitaciones de esta, influenciando a la sociedad civil pero también al personal del sistema de justicia.

A este fenomeno se le conoce efecto CSI. El auge de este tipo de programas incrementó el interés por estudiar carreras relacionadas con lo forense y al mismo tiempo generó ideas erróneas sobre su funcionamiento.

En Reino Unido y EUA han estudiado ampliamente la influencia de este fenómeno sobre la percepción de jueces y jurados al momento de valorar las pruebas científicas para emitir un veredicto. Algunos estudios han concluido que sí hay impacto sobre las sentencias, pero también sobre las expectativas del trabajo pericial, las cuales abordaré brevemente a continuación.

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La realidad de la ciencia forense en México

  • La ciencia no es instantánea

Los tiempos que requiere elaborar un análisis forense son variados, algunos requieren horas, otros días e inclusive meses. A veces las y los especialistas deben repetir los estudios si los resultados no fueron concluyentes o necesitan aplicar otro método que permita obtener más información.

Las y los científicos tenemos más momentos de frustración que epifanías o eurekas. No siempre obtenemos resultados o comprendemos en un primer instante qué significan estos, recurrimos al estudio e investigación constante para entender el significado de los datos.

  • El trabajo de campo no es tan glamoroso como en la T.V.

Para buscar y recabar indicios en un lugar tenemos que usar un traje de protección estéril que evita la contaminación de la evidencia. Infortunadamente nos parecemos más a un teletubbie blanco que a Catherine Willows. Tampoco somos seres infalibles y expertos en todas las materias; elegimos un área de estudio particular sobre la que vamos especializándonos y podemos cometer errores en el proceso.

  • Campos de estudio

Usualmente pensamos que los forenses son quienes analizan un cadáver para determinar la causa de la muerte, pero no es un campo exclusivo de la medicina: algunos estudian insectos para estimar hace cuánto tiempo ocurrió el deceso; otros analizan documentos, como el pasaporte, para determinar si son auténticos o falsos; algunos actuamos como puentes de comunicación entre la parte litigante (Fiscalías, Defensorías Públicas) y el área pericial para mejorar el proceso de investigación.

Existen múltiples perfiles profesionales que pueden participar en un caso. El Código Nacional de Procedimientos Penales (art. 368 y 369) estipula que las personas especialistas en cualquier ciencia, arte, técnica u oficio pueden fungir como peritos.

  • Apoyo de la ciencia forense

La ciencia forense también va más allá de los muertos: podemos prestar nuestros conocimientos al sistema de justicia para resolver un conflicto, no sólo de tipo penal como los homicidios, también civil, mercantil e incluso familiar, como casos de custodia infantil.

Para fortalecer el sistema de justicia, particularmente en un país donde sólo se resuelven 3 de cada 100 homicidios dolosos, necesitamos reconocer a la ciencia forense como uno de los pilares fundamentales para la prevención e investigación de los delitos y su reparación integral.

Si somos concientes de sus alcances y limitaciones sentaremos las bases para abordar temas pendientes en la agenda pública como la influencia del racismo, clasismo y xenofobia en la valoración judicial de la prueba pericial; la necesidad de contar con una entidad reguladora de servicios periciales o la importancia de generar más investigación académica aplicable al trabajo de campo.

Aún así les invito a continuar entreteniéndose con los seriales televisivos sin dejar de cuestionar la precisión científica de estos. Ante cualquier duda consulten al especialista forense a quien más confianza le tengan.
 

Por: Ana Naquid. Licenciada en Ciencia Forense por la UNAM. Maestra en Ciencia Forense y Ciencias del Crimen por el University College London. Twitter: @anamarnaqui