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Nuevo etiquetado para la clasificación de videojuegos: cómo funciona y para qué sirve

En este artículo te explicamos para que sirve esta nueva clasificación de videojuegos, ¿sirve o no sirve?, qué va a cambiar, aquí te contamos todos los detalles

TECNOLOGÍA

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Créditos: Foto: Freepik.es

A partir de este 27 de mayo, el etiquetado en todos los videojuegos vendidos en formato físico (es decir en su cajita) va a cambiar con el fin de mostrar un sistema de clasificación para edades que esté adaptado a los consumidores mexicanos.

Esta propuesta se dio a conocer a finales del 2020 por parte de la Secretaria de Gobierno de México en donde se sugería sustituir el sistema de clasificación ya existente de la ESRB (Entertainment Software Rating Board), por uno creado por nuestros legisladores y un organismo dedicado a clasificar los diferentes productos de entretenimiento.

Como su nombre lo indica, es prácticamente un sistema de equivalencias, solo hay dos cambios muy ligeros en cuanto a edades.

A la clasificación que antes estaba marcada como “B” mayores de 10 años; aquí se le suman dos dígitos quedando en mayores de 12 y por otra parte, para la ESRB el contenido “M” es a partir de los 17 años, mientras que nuestro país se considera que es para mayores de 18. 

De tal forma que la clasificación por edades queda de la siguiente manera:

Clasificación “A”

Contenido para todo público: El contenido es apto para todas las edades. Puede que contenga una cantidad mínima de violencia de caricatura, de fantasía o ligera, o uso poco frecuente de lenguaje soez moderado. Equivalente a E de la ESRB

Clasificación “B”

Contenido para adolescentes a partir de 12 años: puede que contenga más violencia de caricatura, de fantasía o ligera, lenguaje soez moderado o temas insinuantes mínimamente provocativos. Equivalente a E10+ de la ESRB

Clasificación “B15”

Contenido para mayores de 15 años: pueden contener violencia, temas insinuantes, humor vulgar, mínima cantidad de sangre, apuestas simuladas o uso poco frecuente de lenguaje fuerte. Equivalente a T de la ESRB.

Clasificación “C”

Contenido no apto para personas menores de 18 años: pueden contener violencia intensa, derramamiento de sangre, contenido sexual o lenguaje fuerte. Equivalente a 17+ de la ESRB

Clasificación “D”

Contenido extremo y adulto: el contenido es apto sólo para mayores de edad. Pueden incluir escenas prolongadas de violencia intensa, contenido sexual gráfico o apuestas con moneda real.

Mucho se ha hablado del diseño con el que contarán las nuevas cajas de los juegos juegos y es que, hasta ahora las imágenes que se han podido ver del nuevo etiquetado, muestra que se trata de etiquetas de un tamaño considerable y que llegan a obstruir el arte de las portadas.

En algunos casos la nueva clasificación ya vendrá impresa y en esos casos, cuentan con un menor tamaño más y que se ve más proporcionado y menos invasivo.

Hasta el momento no se ha revelado que las compañías desarrolladoras o los distribuidores, tengan que pagar una cuota o tarifa por que su juego sea clasificado en nuestro país, ya se cuenta con un impuesto a servicios digitales o de streaming que algunas compañías se lo han cobrado a los consumidores, pero de momento en lo que se refiere a videojuegos no hay algún incremento, lo cual veo como positivo.

Dejando de lado los temas de diseño de estas etiquetas que a mi parecer han sido desafortunados, se puede rescatar la implementación de un sistema que aunque tenga cambios muy sutiles puede funcionar para que los papás que van a comprar juegos a sus hijos entiendan en su idioma la nueva clasificación.

Muchas veces los padres de familia no prestaban atención al rango de edades permitido o en algunos casos no le entendían ya que estaba en inglés, o peor aún; no les interesaba, pero esperemos que con el nuevo etiquetado, todo esto vaya cambiando poco a poco.

En Papá Gamer siempre hemos abogado por respetar las clasificaciones de edades, de esa manera podemos tener una actitud responsable hacia el consumo del entretenimiento de nuestros hijos. De la misma forma soy partidario de implementar nuestro criterio como papás o mamás, es decir, si sabemos que nuestro hijo tiene una mentalidad madura, incluso superior a su edad, quizás podamos permitirle disfrutar de algún contenido por encima de su clasificación, siempre con supervisión y comunicación constante.

Si tienen alguna duda de la clasificación, con toda confianza los puedo asesorar a través de cualquiera de mis redes sociales. Hasta la próxima.

mgm