En el mundo actual, la visión empresarial cambia día a día. Hoy para expandir sus negocios, las compañías se enfrentan cada vez más a retos mayores, por mercados que marcan la pauta de lo que se debe y no hacer para lograr un crecimiento exitoso, y cuando una organización trata de abrirse a nuevos destinos, es común que se enfrente con barreras culturales, legales, laborales o fiscales que, en muchos casos, son los principales obstáculos para alcanzar la internacionalización.
Ante esta necesidad, ahora existe una tendencia en servicios y soluciones integrales en consultoría empresarial llamada softlanding, que ayuda a las compañías a lograr un aterrizaje suave, seguro, ágil y asequible, creando conexiones amigables eficientes que permiten optimizar la inversión de un proyecto y contribuir al desarrollo empresarial, apalancar metas y enfocar el negocio en lo que mejor sabe hacer: el producto o servicio que oferta.
Además de apoyo en temas legales, tributarios y contables, el softlanding también se involucra en tareas de comercio exterior y logística, en la creación de red de contactos, la gestión y desarrollo del capital humano y acompañamiento en estrategia corporativa y marketing, entre una gran diversidad de servicios complementarios. Además, permite hacer estos proyectos una realidad, concentrando los esfuerzos en lo que importa dejando cosas como arrendar unas oficinas para el momento apropiado; incluso se encuentran opciones para hacer uso de espacios colaborativos y servicio de domicilio fiscal.
“La internacionalización reviste cada vez más importancia debido a una competencia que se torna cada vez más agresiva, más aún con situaciones económicas adversas como la generada por el Covid-19. Todas las empresas, y más las Pymes, deben iniciar este proceso cuanto antes, pues en su debida forma puede garantizar un crecimiento o la permanencia, que muchas veces se ve amenazada por incursionar solo en el mercado local. La internacionalización se presenta no solo como una oportunidad sino como una obligación en un mundo cada vez más conectado y cambiante”', señala Andrea Villamizar, CEO de Grupo Soluciones Horizonte (GSH).
De acuerdo con la compañía colombiana especializada en gestión del talento humano y softlanding - quien ya tiene presencia y ofrece sus servicios en México, Estados Unidos, y Brasil-, las herramientas de acompañamiento aceleran el proceso de internacionalización, evitando riesgos onerosos por normas y políticas poco claras o desconocidas; pese a la robustez del alcance, con ayuda de la innovación y la tecnología, se puede lograr un desembarco exitoso y seguro.
"El softlanding aplica desde la preparación del desembarco de empresas extranjeras en procesos de internacionalización y llegada, por ejemplo a Colombia como país destino de operaciones, acompañando el proceso de aterrizaje desde tres vertientes principales: asesoría empresarial para constitución desde el marco legal, tributario, fiscal, consecución y gestión de su talento interno y su regulación laboral; y por último desde la estrategia corporativa y plan de comunicaciones”, aseguró la especialista.
Para comenzar un proyecto de expansión, una empresa debe considerar un análisis que le brinde información actual y le permita conocer su capacidad de producción y recursos (como un equipo de trabajo idóneo o un presupuesto); además de otros factores, tales como la identificación de riesgos, de ventajas competitivas y de otros aspectos que puedan incidir en la ejecución de la estrategia.
Por otra parte, necesita identificar los mercados que ofrecen mayores ventajas para el negocio, considerando como óptimos a aquellos países que brinden protección y facilidades (administrativas o legales, por ejemplo) para el ingreso de su producto o servicio, sin olvidar la identificación del nivel de competitividad en precio, calidad y valor agregado en el mercado objetivo.
En todo este proceso, fundamental para asegurar la continuidad de la empresa y de todos los vinculados a ella, la ayuda de un aliado estratégico puede facilitar el ingreso a un nuevo mercado gracias a sus canales de comunicación, distribución y comercialización adecuados para el producto o servicio que se desea ingresar. Asimismo, una estrategia comercial de mayor impacto es de vital importancia para la expansión del proyecto y el aumento de las ventas.
“Hoy más que nunca las empresas deben comprender que lograr la expansión internacional de sus negocios, no solo favorecerá a la empresa en sí misma, sino también a sus empleados, colaboradores, asesores y empresas aliadas; además de evitar una peligrosa zona de conformismo, la internacionalización se presenta no solo como una oportunidad sino como una obligación en un mundo cada vez más conectado y cambiante”, sentenció Villamizar Giraldo.
dhfm
