Columna Invitada

Cuatro preguntas sobre el futuro de Europa

Europa necesita reinventarse y remediar las divisiones que vuelven débil al continente. Con este rediseño, probablemente la UE tendrá pronto que tomar definiciones en los siguientes temas

Cuatro preguntas sobre el futuro de Europa
Emiliano Polo Anaya / Enlace Comexi / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

La Unión Europea (UE) fue un proyecto político que se fundó bajo la premisa de la protección estadounidense. Al haber delegado su seguridad a Estados Unidos, los países europeos se enfocaron en desarrollar su política comercial y ampliar los derechos que prometieron como estados de bienestar.

Rompiendo dicha tradición de más de 70 años, la administración Trump ha dejado claro que ya no es un aliado de Europa. Al adoptar la postura de Rusia sobre la guerra y haber manipulado todo tipo de apoyos, ha forzado a Ucrania a negociar desde la debilidad y el agotamiento. Consumada la traición, Europa necesita reinventarse y remediar las divisiones que vuelven débil al continente. Con este rediseño, probablemente la UE tendrá pronto que tomar definiciones en los siguientes temas:

1) Finanzas públicas. El diseño financiero de la UE fue concebido para generar estabilidad macroeconómica, no para proyectos de defensa. Los países europeos no coinciden en la inminencia de la amenaza rusa, lo cual se refleja en sus presupuestos. Mientras naciones como Polonia y los países bálticos gastan en defensa más de 4% de PIB, otros como España, Portugal e Italia destinan tan solo entre 1.3 y 1.5%. Alemania recientemente aprobó reformas para eliminar candados en su endeudamiento y Reino Unido ha recortado su gasto en apoyo internacional para aumentar su presupuesto militar al 2.5%, pero la propuesta de la UE para recaudar 800 mil millones de euros ha profundizado divisiones: los países del norte favorecen préstamos; los del sur exigen subsidios para no agravar sus niveles de deuda.

2) Armas nucleares. Francia y Reino Unido, las únicas potencias nucleares del continente, han ofrecido extender su protección nuclear. Macron propuso incorporar los intereses de Europa en la doctrina nuclear del país, Londres ha reiterado su disposición a responder ante amenazas rusas y Polonia ha propuesto albergar armas nucleares tácticas. Sin embargo, las condiciones para que dicha protección nuclear cubra a toda Europa, y sea creíble, siguen siendo poco claras.

3) Fondos rusos. La UE mantiene congelados cerca de 210 mil millones de euros en activos rusos. Algunos gobiernos abogan por utilizarlos para la reconstrucción de Ucrania. Otros alertan sobre los riesgos legales y diplomáticos de confiscar reservas soberanas sin respaldo jurídico claro, se podría dañar la credibilidad del sistema financiero.

4) Inteligencia. La interrupción en el intercambio de inteligencia entre EE. UU. y Ucrania reveló la profunda dependencia para poder realizar ataques de precisión y anticipar ofensivas rusas. El alto representante de la UE, Josep Borrell, ha insistido en la necesidad de que Europa desarrolle capacidades de inteligencia autónomas, como la vigilancia por satélite y capacidades cibernéticas. Hoy no queda claro que Europa pueda reemplazar la inteligencia que su antiguo aliado ahora cruelmente dosifica.

POR EMILIANO POLO ANAYA
ASOCIADO DEL PROGRAMA DE JÓVENES DEL COMEXI
@EMPOLOA

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