Silbatazo inicial

Se perdió…

Tristeza absoluta para un jugador que había mostrado cosas muy interesantes de cara a portería. Tiempo de replantearse, tras quedarse sin equipo, si retirarse o buscará que médicamente alguien lo ayude a fortalecerse y subir al último tren de su carrera

Se perdió…
José Eduardo Iga / Silbatazo inicial / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Se acabó. Una de las grandes promesas del futbol mexicano ha visto cómo su carrera se le desvanece entre las manos. José Juan Macías, canterano surgido de las Chivas Rayadas del Guadalajara, que estaba convocado por condiciones a ser el heredero del “Chicharito” Hernández, según algunos comentaristas tapatíos, ha quedado desvinculado del Santos Laguna, siendo el cuarto equipo en que fracasa de modo contundente.

En Chivas comenzó a jugar a temprana edad y comenzaba anotar algunos goles, que le hacían tomar crédito. Un elemento que estaba llamado a solventar la crisis en el club después de que saliera Alan Pulido y el mismo Hernández, últimos exponentes de las glorias más recientes. Macías mostraba una ambición bastante interesante. Sabía que quizá en Chivas sus minutos serían a cuentagotas y emigró al León. Ahí, Nacho Ambriz le dio una oportunidad de sobresalir y vaya que lo hizo. Fue quizá el mejor atacante de la fiera, tanto que después de aquel episodio le llegó la gran oportunidad de emigrar al balompié europeo. No lo hizo al Manchester United, pero sí a la primera división de España en donde parecería que podía competir y su formación iba a ser bastante interesante. Al final de cuentas terminó siendo un fantasma en el Getafe. Borrado por el cuerpo técnico. Se termina desesperando y con tal de jugar vuelve al Guadalajara y comenzó el calvario.

Apenas tocó la ciudad de las ahogadas y se lesionó la rodilla de gravedad. Nada que una joven carrera no pudiera solventar, sin embargo, tras prácticamente un año de inactividad, Nacho Ambriz quiso rescatarlo llevándolo a la laguna. Él sabía que con las cualidades que tenía podía aportarle una buena cuota a los Santistas. Jugó la raquítica cantidad de 43 minutos y nuevamente se anunció que ahora no fue la rodilla, sino cuestiones musculares que lo dejarían fuera unas semanas. Nunca se pudo recuperar en su primer certamen. Arrancó otro torneo y nuevamente, tras meter un gol desde los once pasos, se volvió a tronar y decidieron rescindirle el contrato tras haber jugado 55 minutos en un año y haber registrado un gol.

Tristeza absoluta para un jugador que había mostrado cosas muy interesantes de cara a portería. Tiempo de replantearse, tras quedarse sin equipo, si retirarse o buscará que médicamente alguien lo ayude a fortalecerse y subir al último tren de su carrera.

Ahora, que lo de la directiva del Santos al traer jugadores proclives a lesionarse continuamente ya raya en lo nauseabundo. Lo hizo con Macías y ahora con Bruno Barticciotto que parece ser la calca del delantero mexicano. Mucha calidad en los botines, pero en su último equipo argentino, prácticamente duró todo el tiempo en la congeladora. Veremos qué sucede con esta institución que de momento está siendo tristemente pisoteada. Cero puntos de 18 posibles y se enfila a tener el peor arranque de la historia. Irarragorri no está pudiendo con el paquete y ya lleva nueve derrotas consecutivas.

POR JOSÉ EDUARDO IGA

PAL

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