Desde afuera

"Cede, pero no te rompas"

La meta del gobierno mexicano sería en última instancia la supervivencia del Tratado comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en el que están puestas en gran medida

"Cede, pero no te rompas"
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

La presidenta Claudia Sheinbaum parece haber elegido la estrategia de la menor resistencia frente a los embates del estadounidense Donald Trump. Sería un poco y un mucho la idea de evitar un choque frontal en el que México sería el más afectado por razones evidentes. La formulación tendría similitudes con la recomendación que hiciera el Papa Francisco a la excanciller alemana Angela Merkel después de una tensa "cumbre" con Trump en el seno del G-7: "cede, cede, cede, pero cuida de no romperte".

La meta del gobierno mexicano sería en última instancia la supervivencia del Tratado comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en el que están puestas en gran medida sus esperanzas de comercio e inversiones. De ahí la estrategia de "cabeza fría" que ha promovido la presidenta Sheinbaum ante los desplantes de Trump, simbolizados más recientemente por la imposición de aranceles de 25% a las importaciones estadounidenses de acero y aluminio.

Trump, en cierta forma, se siente obligado a poner las tarifas porque fue una promesa pública durante su campaña electoral, pero eso no lo hace necesariamente una buena medida económica y se cree tendrán efectos adversos visibles para los propios estadounidenses en el corto plazo.

Pero también parece transparente que el  magnate usa las tarifas como armas de presión política para conseguir otros objetivos, y esa habría sido una de las razones por las que el gobierno Sheinbaum decidió igualmente incrementar la lucha contra el crimen organizado, en especial el tráfico de drogas, y reducir la llegada de migrantes a la frontera estadounidense.

Migración y narcotráfico, en especial de fentanilo, fueron el eje de los ataques de Trump contra México durante su campaña electoral y son señalados constantemente como conflictivos para la relación bilateral. De ahí la mayor publicidad a las actividades de las fuerzas de seguridad.

Ciertamente, son medallas para alguien tan mediático como Trump, pero es un precio político que algunos funcionarios del gobierno de Sheinbaum creen que debe pagarse conscientemente. Las lecciones aprendidas de los choques de Trump con el presidente colombiano Gustavo Petro, y con el primer ministro canadiense Justin Trudeau, que eligieron inicialmente estrategias de confrontación, pero debieron ceder algunas posiciones ante el uso del arma tarifaria, pudieron tener mucho que ver en el análisis mexicano.

Cierto que una estrategia menos confrontacional no salvó a México de los aranceles, al menos por lo pronto, pero tampoco le causó hasta ahora perder cara frente a su propia opinión pública y a cambio mantiene vivos los canales de comunicación y cooperación con el gobierno encabezado por un mandatario tan voluble como Trump. Podría alegarse que la estrategia del gobierno Sheinbaum tiene riesgos, pero la de choques también los tendría, pero el hecho es que la interrelación social y económica de los dos países, tanto como la situación mexicana, limitan sus espacios de maniobra.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS   

COLABORADOR    

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM                                               

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