Apuntes De Guerra

Gaza: el horror que viene

Me encantaría creer que este plan estaría muerto antes de nacer, pero tres cosas hablan en contra de cualquier esbozo de optimismo

Gaza: el horror que viene
Gabriel Guerra / Apuntes de Guerra / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Cuando Donald Trump mencionó por primera vez su idea de convertir a Gaza “en la Riviera del Mediterráneo”, algunos pensamos que era una más de sus ocurrencias o provocaciones. El que sucediera durante la visita a Washington del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, le agregaba un toque de perversidad, y ni qué decir de la sonrisa perversa de este último durante la conferencia de prensa conjunta que sostuvieron.

Pero conforme pasan los días, y Trump regresa al tema y reitera su intención, parece que no sólo está convencido, sino que además la ha ido perfeccionando en su mente.

Si al principio había vaguedad acerca del destino inmediato y mediato de los palestinos que serían expulsados, ahora Trump -en una entrevista para Bret Baier, de Fox News- no deja lugar a dudas: los palestinos serán reubicados y no podrán regresar, para así “resolver el problema” recurrente entre Israel y los palestinos.

No es fácil encontrar los adjetivos adecuados para el planteamiento de Trump, pero sí es fácil describir lo que implica en términos de derecho internacional: desplazamiento forzado y limpieza étnica son los dos primeros que vienen a la mente, ambos crímenes de lesa humanidad.  Y la rápida aquiescencia del gobierno israelí habla, al menos, de complicidad, si no es que, de una acción concertada, porque -de no ser así- ¿cómo explicarse la destrucción casi absoluta -e innecesaria- de toda la infraestructura civil en Gaza para que después Trump la use como argumento a favor de la expulsión de los palestinos?  

Me encantaría creer que este plan estaría muerto antes de nacer, pero tres cosas hablan en contra de cualquier esbozo de optimismo: en primer lugar, el poder desmedido que Trump está dispuesto a usar, sin recato alguno, para lograr sus objetivos. En segundo lugar, el desamparo político en el que viven los palestinos, tanto en Gaza como en Cisjordania. Y, en tercer lugar, la desmemoria colectiva que hace que olvidemos el ejemplo más reciente de una propuesta similar que desembocó en una de las mayores tragedias de la historia de la humanidad.

En la Europa de hace un siglo, en algunos sectores políticos y sociales, corría la versión, aberrante por supuesto, de que los judíos eran una amenaza, un “problema” que era necesario atender. Y a algún populista antisemita se le ocurrió la idea de expulsar a los judíos para “resolverlo”. ¿A dónde? Pues a algún lugar lejano donde no estorbaran: a Madagascar.

Esta barbaridad, que surgió originalmente en Francia, Polonia y Gran Bretaña, fue retomada después, mucho más en serio, por los nazis, que desarrollaron el plan de reubicación masiva antes de recurrir a la brutal, macabra y bestial alternativa de la así llamada “solución final”.

¿No me creen, queridos lectores? Busquen, en su navegador o asistente de Inteligencia Artificial favorito, las palabras Madagascar, Alemania, Franz Rademacher y Adolf Eichmann, y tendrán la respuesta.

Y recuerden que en el pasado a veces está la clave, trágica y funesta, del futuro.

POR GABRIEL GUERRA CASTELLANOS 

GGUERRA@GCYA.NET   

@GABRIELGUERRAC

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