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USA vs. México Primer round

Muchas enseñanzas han dejado este primer round entre el Gobierno de los Estados Unidos de América, encabezado por el Comandante en Jefe Donald Trump, y el Gobierno de México

USA vs. México Primer round
Foto: Heraldo de México

Muchas enseñanzas han dejado este primer round entre el Gobierno de los Estados Unidos de América, encabezado por el Comandante en Jefe Donald Trump, y el Gobierno de México, liderado por la Presidenta Sheinbaum, en un juego de estilos, tácticas y estrategias, dignas de una serie obsesiva en streaming.

Dentro de los estilos, tácticas y estrategias encontramos las ya conocidas en el deporte como muertes súbitas, los imposibles deadlines, los amagos, el Armagedón, the hard way of the art of the deal, todos en fin de semana largo para hacerlo más cardiaco, sin la publicación de la orden ejecutiva que fundamenta y específica el contenido de las tarifas, esto por un lado, por el otro, la sensatez, el aguantar estoicamente, el obedézcase, pero no cúmplase, el take it easy bato, el somos aliados, acuérdate de Acapulco, es decir, la debida estrategia de contención.   

Sin embargo, lo que más me ha llamado la atención ha sido el juego de narrativas y expectativas.

La de Estados Unidos, ahora asociada a temas de seguridad nacional, ya no al muro, sino a una invasión interna y externa que supone un riesgo existencial para la viabilidad de su país, cuyos enemigos mexicanos, ahora y siempre, son y serán, los inmigrantes indocumentados, las organizaciones criminales, hoy un magnate, la sociedad comercial inequitativa, la inseguridad de la frontera, el sospechosísmo de la colusión, y los que se acumulen de acuerdo a los tiempos y circunstancias, sugiriendo que el castigo ejemplar es la amenaza real de la imposición de tarifas impagables, es decir no more business amigous. Este castigo va acompañado también con la amenaza de contratacar a dicha invasión, con otra invasión, con atacar el territorio nacional, bajo el pretexto de combatir a las organizaciones criminales.

La expectativa es que el Gobierno de México se ponga las pilas y cumpla con el control de la migración mediante la disposición de 10 mil elementos de la Guardia Nacional, bajo la supervisión militar estadounidense, a pesar de que HR Ratings advirtió que el costo de la movilización presionaría aún más a las débiles Finanzas Públicas por no haber estado considerado en el paquete económico vigente, independientemente del costo de inseguridad que implicaría para los estados de la república afectados por la relocalización de los elementos, al prescindir de la seguridad necesaria para sus habitantes y la protección de las vías de comunicación; el combate frontal a las organizaciones criminales para evitar el tráfico de fentanilo; el no hacer negocios con China, el anticipar la renegociación del T-MEC, y no solo su revisión, para posiblemente convertirlo en un Tratado de Libre Comercio bilateral, sin Canadá, que incluya además temas de seguridad nacional compartida; en pocas palabras la implementación de la política comercial, industrial y de seguridad de America First y Second place para México.

La narrativa de México ha sido la defensa de la soberanía, la protección de los connacionales, la negación de la colusión, el convencer a Trump de que es una mala idea el autocastigo comercial impuesto al propio pueblo estadounidense, la alianza política transexenal del Gobierno de México con Trump, logrando así la contención temporal del Gobierno Estadounidense y evitando la imposición de las tarifas impagables por menos de un mes, donde se tuvo que acordar el reforzamiento de la frontera con 10 mil elementos de la Guardia Nacional (a pesar de los costos), ahí están las imágenes sobre las movilizaciones por tierra y aire, decomisos de droga, principalmente de fentanilo en la frontera norte del país, importantes capturas de agentes generadores de violencia, operativos denominados enjambre para combatir la colusión, y una comunicación constante entre los mandatarios y sus equipos para darle seguimiento puntal a los acuerdos binacionales.

La expectativa es obviamente impedir las tarifas, nulificar la amenaza de intervención en el país, más no una colaboración más estrecha en la seguridad transfronteriza, poner fin a la narrativa nociva de colusión, al tiempo que le permita salir a la Presidenta Sheinbaum avante y bien librada políticamente, permitiéndole continuar con su agenda transformadora, y a México bien librado económicamente de este primer round, con un reconocimiento internacional sobre el éxito que representa la estrategia de contención.    

Podemos decir que el score del primer round es aparentemente de empate, nada para nadie, pero los uppercuts de Uncle Sam impactados en el rostro mexicano lo dejaron lastimado, digamos que hubo una caída en este primer round si se toma en cuenta el terror de los inmigrantes indocumentados en cuanto a su deportación masiva inminente o ya dramáticamente ejecutadas, el daño a la economía del país, debido a las pérdidas cambiarias peso-dólar, la incertidumbre y la especulación bursátil agresiva que hace más caro el pago del servicio de la deuda mexicana, sin dejar de considerar el impacto en el valor de las acciones de las empresas mexicanas, el riesgo reputacional del país en virtud del sospechosísmo de colusión, la amenaza propia de las tarifas e intervención para la estabilidad de la relación bilateral, como multilateral con otros países, en términos del apetito para la recepción, promoción y protección de la inversión nacional y extranjera, motor de crecimiento económico.

Si la analogía es el box, México bien sabe que no puede ganar la pelea solo defendiéndose, también hay que tirar golpes de precisión y tener la condición física y mental necesaria para resistir los embates, ahí está el ejemplo de Rocky Balboa contra Iván Drago, aguantando una paliza inhumana que le hizo despertar al tigre que llevaba adentro de tanto y tanto recibir, ganado la pelea por nocaut en el último round, con golpes de suerte y voluntad de acero; lástima que esta hazaña solo se da en el mundo de la fantasía y de la ciencia ficción.   

Viene el segundo round, aún hay tiempo para que México se recupere y se prepare para un mejor boxeo. La diversificación comercial, nacional e internacional, un impulso al consumo interno, un nuevo enfoque del smartshoring, incentivos fiscales y no fiscales de carácter contra-cíclicos, políticas públicas eficientes e incluyentes, el apoyo empresarial de los sectores formales e informales, la innovación y la competitividad, el manejo responsable de la deuda pública, la productividad de las remesas, las narrativas de paz y unificación interna, la certeza jurídica y el que las fuerzas armadas cierren filas, son señales de cambio de estrategia.    

POR DR. MIGUEL ÁNGEL MARMOLEJO CERVANTES

COLABORADOR

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