Columna invitada

Atención de adicciones, un sexenio perdido

Entre los datos referidos destaca que entre los años 2000 y 2017 el consumo de cocaína se incrementó en 47%, mientras que el de mariguana aumentó un 245%

Atención de adicciones, un sexenio perdido
Facundo Rosas / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

El 1º de noviembre de 2019 en este mismo espacio cité que el gobierno federal anunciaba el impulso de la Estrategia Nacional para la Prevención de Adicciones como una de las vías para lograr la “pacificación del país”.

Hoy a más de 5 años y ya en otra administración, el anuncio es que por errores en la metodología la Encuesta Nacional de Salud Mental y Adicciones, levantada entre octubre de 2018 y mayo de 2024 se volverá a realizar porque no sirvió.

Sin embargo no se habla de sanción alguna para quienes llevaron a cabo este ejercicio fallido y solo se menciona que el actual secretario de Salud revisó la encuesta en octubre del año pasado y al darse cuenta que sus resultados no correspondían con la realidad, simple y sencillamente la desechó.

Si los responsables de esta “criminal” acción fueran funcionarios de otros sexenios, se les habría acusado de omisión y perseguidos políticamente hasta verlos tras las rejas, pero hoy los tiempos han cambiado y no habrá sanción alguna, pese a que la ley señala que es omiso quien conociendo los riesgos no actúa para evitarlos, en este caso en materia de salud pública.

Pero volviendo al tema de las adicciones, habrá que recordar que los datos más recientes se remontan a la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco realizada en 2017, todavía en el sexenio del ex presidente Enrique Peña Nieto; desde entonces el país ha “navegado” con los ojos cerrados en materia de prevención de adicciones y las políticas públicas al respecto se han construido sobre datos desfasados, pese al riesgo de no dar resultados correctos.

Entre los datos referidos destaca que entre los años 2000 y 2017 el consumo de cocaína se incrementó en 47%, mientras que el de mariguana aumentó un 245%. 

El consumo de anfetaminas se incrementó en 780%, con mayor énfasis entre 2014 y 2017, siendo la droga que más aumentó en dicho periodo.

No obstante que el fentanilo no aparecía en ese entonces como una droga de alto consumo, ya se advertía de su potencial capacidad para generar adicción e incluso causar la muerte.

Con este escenario en materia de consumo de drogas sintéticas y la proliferación de antros a nivel nacional, es impostergable llevar a cabo un ejercicio demoscópico serio que permita aproximarse a la realidad del consumo de drogas y estupefacientes, con mayor razón las drogas de diseño, mejor conocidas como sintéticas y en especial el fentanilo, que por más que se niegue, se produce en México y de aquí es trasladado a la frontera con Estados Unidos e introducido de mil maneras, pero no solo eso, existen indicios de que el consumo en México comienza a despuntar.

El riesgo en este momento para el país y en particular para los jóvenes, es que el cierre de la frontera por parte de las autoridades de Estados Unidos obligue a los grupos dedicados al trasiego de fentanilo a generar un mercado de consumo de lado mexicano para que el opioide sintético que no logre cruzar la frontera sea comercializado y compense las ganancias que conseguirían si llegara al vecino país del norte.

No olvidemos que algo parecido sucedió después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en contra de la torres gemelas en Nueva York, cuando los Estados Unidos endurecieron sus medidas para la entrada de mercancías hacia su territorio y la droga (cocaína en aquel entonces) comenzó a quedarse en ciudades fronterizas como Ciudad Juárez, Chihuahua y Tijuana, BC, principalmente, por lo que en los siguientes años su consumo aumentó y trajo consigo una crisis de violencia que hasta nuestros días no ha sido posible erradicar.

POR FACUNDO ROSAS R. 

EX COMISIONADO GENERAL DE LA POLICÍA FEDERAL 

@FACROSAS 

EEZ

Temas