Tres en raya

Ellos no son periodistas ni comunicadores

El periodismo está muriendo en México por desanimo, por inanición, pero también porque desde el poder se ha estado ensalzando a corifeos que no son verdaderos reporteros, analistas o comunicadores

Ellos no son periodistas ni comunicadores
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

¡Cómo vuela el tiempo! En menos de seis años se pasó del concepto ‘prensa vendida’ a una antítesis de lo que debiera ser el verdadero periodismo. Mas lo lamentable no es solamente eso, sino que los individuos que antes más criticaban la censura hacía los opositores, la falta de objetividad de los medios y la adulación al régimen por parte de reporteros y comentaristas, ahora son quienes sostienen un sistema que no hace otra cosa que propaganda para el oficialismo.

El triste espectáculo ofrecido el viernes pasado en Palacio Nacional durante la conferencia mañanera plasma esto que digo. Pero no es nuevo; ahí se reúnen todos los días un grupo de individuos que se hacen pasar por periodistas y comunicadores.

Si bien estos asistentes tienen el amplificador de La Mañanera, no son solo quienes se apersonan en este espacio los que destruyen la función periodística, pues muchos más han pasado a estar presentes y proliferar en medios de comunicación y redes sociales en México. Ultimamente nos han ofrecido tristes espectáculos.

¿Por qué hago la distinción entre lo que había antes y se vendía y lo que prolifera ahora coreando a la Cuarta Transformación? Pues porque además de también estar vendidos, su nivel de adulación al Ejecutivo federal y al partido oficialista ha alcanzado nuevas cotas. Rompen diariamente la regla sagrada del periodismo: no aplaudir al poder. Es más, hacerlo es lo que justifica su existencia.

Un verdadero periodista y comunicador NO le celebra a ningún gobernante. En caso de que su trabajo sea intachable —cosa que en el caso del morenismo no lo es— señalará los aciertos, pero nunca se le alaba.

Hoy más que nunca hay mucho que cuestionar y esa es la labor de los reporteros y los comunicadores informativos ya sea tradicionales o digitales. El periodista debe investigar, comprobar, comparar y, entonces, cuestionar. Si se trata de conferencias de prensa ofrecidas por las autoridades, debe contrarrestar información aún con más ahínco.

El periodista —sea crítico o no— podrá desanimarse, desalentarse, incluso tirar la toalla, pero nunca jamás deberá doblegarse, dejarse comprar o volverse amigo de la autoridad.

Y si bien muchos de los que ahora forman parte del obradorismo tuvieron muy presente esto durante años, una vez en el poder descubrieron que era más barato reconocer y darles un lugar privilegiado a pseudo periodistas que comprarle publicidad a los medios o favores a ciertos periodistas como tradicionalmente se hacía. ¿El resultado? Que se ha inundado a los medios, redes y espacios gubernamentales de gente que ni es periodista ni opositor al poder. El peor de los dos mundos.

Los que Andrés Manuel llama destacados youtouberos, son comunicólogos o reporteros aplaudidores a —muy bajo— sueldo. Como antes no tenían nada, ahora las autoridades los han comprado y viven para enaltecer al presidente y a todos los gobernantes morenistas. ‘Periodistas del Bienestar’…

Es preferible la prensa que advierte de sus preferencias de antemano como hizo Fox News o The New York Times en los Estados Unidos que navegar aparentando objetividad y libertad, pero actuar como propagandistas y encubridores de ilegalidades, malversaciones y actos institucionalizados de destrucción.

Y mismo decir que se han convertido en propagandistas no es suficiente, pues los primeros enaltecen las ventajas de un producto y en el caso de los pseudo comunicadores del régimen cuatroteísta exaltan las mentiras y ahondan sus crímenes. Violaciones a nuestros derechos humanos e individuales en muchos casos.

Como ya mencioné, algunos de estos individuos se reúnen en la mañanera; el instrumento que presumen como una proeza de comunicación política circular, pero que solo es una caja de resonancia de falsedades y argumentos destinados a la manipulación de un conjunto de seguidores acríticos. Un espacio para ejercer no únicamente la acción opuesta al periodismo, sino también para atacar a los verdaderos comunicadores.

Quiero concluir este texto diciendo que, para demostrar el verdadero cariz de este instrumento de propaganda y combate al análisis crítico, basta recordar a la periodista Reyna Haydee Ramírez quien, después de ser incisiva con sus cuestionamientos en una conferencia de prensa, ya no le permiten el paso a Palacio Nacional.

El periodismo está muriendo en México por desanimo, por inanición, pero también porque desde el poder se ha estado ensalzando a corifeos que no son verdaderos reporteros, analistas o comunicadores.

Tres en Raya

Así como estamos rodeados de propagandistas del régimen, en la SCJN tenemos al menos a dos ministras que no son abogadas a pesar de desempeñarse como constitucionalistas.

Me referiré en esta ocasión a un nuevo lamentable posicionamiento de Lenia Batres. Ella demostró una vez más su profundo desprecio por los litigantes y por la población en general. ¡Miren que pensar que todo proceso judicial puede dispensar de la función de la abogacía!

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN 

COLABORADORA 

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM  

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