PASIÓN POR CORRER

Meta Berlín

Un evento acostumbrado a vivir las plusmarcas masculinas, pero que no lograba un récord femenino desde que la japonesa Naoko Takahashi lo hiciera en 2001

OPINIÓN

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Rossana Ayala / Pasión por Correr / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Recuerdo con claridad el momento en que decidí correr el maratón de Berlín. Verano de 2017, parada frente a la puerta de Brandenburgo, junto a mi esposo y mis dos hijos, me prometí que volvería a cruzar de nuevo ese imponente monumento, pero esta vez, lo haría corriendo.

Han pasado 7 años desde aquella promesa, 3 récords mundiales, una pandemia y yo llegué al quinto piso de mi vida.

Hoy estoy a una semana de embarcarme en esta tan esperada aventura. En unos días estaré corriendo por las calles en las que Eliud Kipchoge ha corrido en seis ediciones del maratón, ha ganado cinco y ha roto dos récords mundiales, confirmando que hay seres humanos que nacieron no sólo para correr, sino también para enseñarnos que no hay imposibles cuando se pone la vida y el corazón en lo que se hace.

También en esas avenidas Kenenisa Bekele, logró en 2019, después de algunas altas y bajas en su carrera, su gran triunfo con una marca de 2:01:41, la segunda mejor en ese momento.

Yo me sentía en forma para correr el Maratón de Berlín en 2020 y de paso para festejar mi cumpleaños número 50. La pandemia llegó y no sólo frustró mi sueño; la vida nos cambió a todos.

Algunos perdieron amigos y seres queridos. Muchos contrajeron el virus y se recuperaron, pero vivieron con secuelas durante meses. Los más afortunados salimos ilesos y fortalecidos de esa lucha contra el Covid 19.

En lo deportivo, muchos corredores bajaron su rendimiento ante las restricciones de los espacios como parques y gimnasios. Otros buscaron la manera de empezar a moverse desde su casa y después de dos años, poco a poco, todos salimos a las calles a retomar nuestras vidas y actividades. 

Los atletas profesionales, entrenaban y participaban en eventos y circuitos cerrados, exclusivos para ellos. Todos comenzamos a tomar conciencia de la importancia de no parar.

Unos, porque a eso se dedican; otros, para empezar a ejercitarse y los demás para continuar en forma. ¿O será que el enfrentamiento con la mortalidad hizo que nos replanteáramos la existencia? Y es que ver tan cerca el rostro de la muerte tiene efectos profundos en la manera en la que abordamos la vida.

Sin embargo, en 2023, la hazaña de una atleta, una mujer etíope, fue la que me inspiró a recuperar el sueño de Berlín. Su nombre es Tigist Assefa y ella reescribió la historia del maratón femenino en Berlín.

Un evento acostumbrado a vivir las plusmarcas masculinas, pero que no lograba un récord femenino desde que la japonesa Naoko Takahashi lo hiciera en 2001. Assefa paró el reloj en un tiempo, 2 horas, 11 minutos y 53 segundos, ante la mirada y el asombro de miles.

No sé cuántas veces he cruzado en mi mente la Puerta de Brandenburgo, lo cierto es que espero pronto estar ahí y poder hacer realidad un sueño. He entrenado muy duro para coronar una victoria totalmente privada.

Disfrutaré, gozaré y también derramaré lágrimas y lloraré sin recato, como lo hago siempre cuando cruzo una meta, pero sobre todo dedico mi esfuerzo y cada kilómetro a quienes amo y me han apoyado siempre en estas locuras, en esta mi pasión por correr. 

POR ROSSANA AYALA

AYALA.ROSS@GMAIL.COM    

@AYALAROSSI

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