Columna Invitada

La Edad Media de la democracia

El oficialismo avanza hacia un sistema político feudal y teocrático, con graves implicaciones para el país

La Edad Media de la democracia
Bosco de la Vega / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Esta semana, diputados de Morena y aliados, darán el primer paso para llevar a México a la Edad Media de la democracia. La Comisión de Puntos Constitucionales votará los dictámenes para concentrar el poder mediante la desaparición de órganos autónomos, el regreso a los monopolios energéticos y la militarización de la seguridad al adscribir la Guardia Nacional al Ejército. Todo esto además de aniquilar la autonomía e independencia del Poder Judicial.

Desde que la Comisión comenzó a discutir las 18 iniciativas de López Obrador, Morena y sus aliados han impuesto sus mayorías, sin escuchar a nadie ni modificar lo esencial.

Estos cambios constitucionales ignoran la memoria histórica que definió al Estado liberal mexicano en el último siglo. Un camino construido en la lucha por la pluralidad y el freno a los excesos del poder, que vio correr sangre e injusticias, pero también esperanzas y reconciliaciones. Esa memoria ahora se desvanece en el desdén de una mano alzada que vota: “a favor”.

La Edad Media de la democracia que se avecina comparte los mismos principios de aquella larga noche de la humanidad. Es feudal, con relaciones de poder basadas en la lealtad al populismo y la dependencia de programas sociales. Es teocéntrica, donde la iglesia de la 4T dicta la doctrina sobre el bien y el mal. Es oscura, pues implica el retroceso del pensamiento liberal.

Es evidente que estas reformas violan el T-MEC, lo que nos meterá en problemas con Estados Unidos y Canadá. También que espantarán la inversión, pues, ¿quién llevará su dinero a un país desbocado de desbocados excesos del poder? Podemos despedirnos del nearshoring, de una mayor integración de Norteamérica y de la cooperación regional para enfrentar temas como la seguridad. Quedaremos sujetos a nuestra propia suerte, y no nos pedirán permiso para actuar.

Pecan de ilusos quienes creen que los promotores de estas reformas no entienden sus graves implicaciones. También pecan quienes esperan que López Obrador recapacite. El presidente sabe lo que hace: consolidar un proyecto político que retenga el poder durante las próximas décadas, sin oposición ni contrapesos. Está por verse si la futura presidenta Sheinbaum tendrá una postura distinta.

Los dictámenes se discutirán en septiembre, en el primer mes del próximo Congreso y el último de AMLO. La esperanza que queda es que el Tribunal Electoral detenga la sobrerrepresentación, o que la nueva presidenta se atreva a decir algo.

CUMULONIMBUS. “La democracia son dos lobos y un cordero votando sobre qué se va a comer. La libertad es un cordero bien armado, impugnando la votación”, Benjamín Franklin. 

POR BOSCO DE LA VEGA 

COLABORADOR 

@BOSCODELAV 

EEZ

Temas