Es demasiado pronto. No hay rival pequeño. Todavía pueden pasar muchas cosas. Todo eso es verdad, pero aun así ya pasó suficiente tiempo como para hacer un primer corte –inicial, tentativo, con todas las pinzas y granos de sal posibles– para valorar cómo recibió el electorado estadounidense la decisión de bajar al presidente Joe Biden de la boleta del partido demócrata y subir, en su lugar, a la vicepresidenta Kamala Harris.
Tanta cautela no es exagerada. En 2016, prácticamente la totalidad de las encuestas y pronósticos estadísticos daban como ganadora a Hillary Clinton. Sabemos cómo terminó aquello. Así es que, bueno, pues más vale entrar con el escepticismo por delante.
El 20 de julio, día previo a que Biden anunciara su decisión de abandonar la carrera presidencial, la encuesta de encuestas de Nate Silver (que se ajusta diariamente según las tendencias tanto nacionales como estatales) registraba que la intención de voto por Biden era de 46% y por Donald Trump de 48.8%. Hoy que escribo estas líneas, 23 días después, el dato es que la preferencia por Kamala Harris está en 46.6% y por Trump en 43.8%. La diferencia es ligeramente positiva para Harris (+0.6%) y más sustancialmente negativa para Trump (-5%).
Sin embargo, la peculiaridad del sistema estadounidense –que decide al ganador de la presidencia no conforme a qué candidato gana más votos sino más asientos en el Colegio Electoral– obliga a revisar cómo se está configurando la carrera según la aritmética electoral de los estados. De los 538 asientos posibles, parece seguro/probable que el Partido Republicano gane 235; mientras que el Partido Demócrata tiene seguros/probables 222. La elección se definirá, por tanto, en los 81 asientos del Colegio Electoral que suman siete estados en los que el resultado, por el momento, luce reñido: Nevada (6), Arizona (11), Georgia (16), Wisconsin (10), Michigan (15), Pennsylvania (19) y New Hampshire (4).
El día antes del anuncio de Biden, Trump iba arriba en las encuestas de casi todos: Nevada (+9.8%), Arizona (+7.8%), Georgia (+7.7%), Wisconsin (+2.3%), Michigan (+5.5%) y Pennsylvania (+4.4%). El casi es por New Hampshire, para el que no hay datos. Con esos números, Trump ganaba 312 asientos en el Colegio Electoral y Biden 222.
Hoy, 12 de agosto, Harris ya lo rebasó en casi todos los estados: Nevada (+1.6%), Arizona (+0.8%), Wisconsin (+3.6%), Michigan (3.8%) y Pennsylvannia (+1.9%). Trump mantiene su ventaja, aunque por una diferencia mucho menor, en Georgia (+0.7%). Y en New Hampshire, Harris lleva la delantera (+6.7%). Con las cifras del día de hoy, la composición del Colegio Electoral sería, entonces, de 287 asientos para Harris y 251 para Trump.
Si la elección fuera hoy, Harris ganaría 287 asientos en el Colegio Electoral y Trump 251.
En resumen, el saldo de los 23 días de campaña de Harris, en términos de la eventual distribución de asientos en el Colegio Electoral, es de +61 (no cuento los 4 de New Hampshire por la falta de información previa).
Esto no se acaba hasta que se acaba, pero de momento parece que la decisión de los demócratas de cambiar a su candidato presidencial ha sido bien recibida por el electorado.
POR CARLOS BRAVO REGIDOR
COLABORADOR
@CARLOSBRAVOREG
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